Plata quemada

Eterna pregunta una y otra vez planteada: La televisión pública ¿cumple realmente un servicio público? Sus responsables creen que sí, aunque la realidad muestra todo lo contrario. Otra pregunta eterna: ¿Qué es un servicio público?

Más dudas: ¿Por qué TVE tiene que imitar shows horteras sobre potenciales estrellas de la música a la sombra de los éxitos de otras cadenas? Paradójicamente, “OT” fue de TVE y al pasar a Telecinco se ha convertido en una competencia insuperable para el Ente. ¿Es ese el juego en el que debe entrar TVE con esa vulgaridad llamada “Mira quién baila”?

La última idea basada en lo ajeno de los directivos de TVE ha sido comprar los derechos del culebrón (aunque finamente lo llamen “telenovela”) “Los Plateados”. Al más puro estilo de la serie de formato-testosterona “Los Gaviles”, TVE intenta ahora marcarse un tanto de audiencia.

En el anuncio de la susodicha, se ven los primeros caballos trotando, los cuerpos Danone de sus protagonistas masculinos con el pecho depilado al aire, y las sonrisas de ellas, no menos buenorras, con cara de pícaras y malas pécoras.

Otro culebrón, pero en este caso supuestamente histórico y revisionista, “Amarse en tiempos revueltos”, abre en La Primera la sobremesa (y decenas de episodios nos contemplan) para recordarnos lo terrible que fue la guerra civil y lo mal que se pasaba. Tiempos del llamado “progresismo”, ya se sabe. Ver a Pilar Bardem con moño y pelucón negro betún entre pucheros y miserias de cartón piedra es tan cercano a algo real que un gag de Cruz y Raya, pero hay que comer (bien) y ya se sabe que quien siembra… recoge.

Alguien que no tuviese ni idea de la tele y mucho menos de hacer metáforas literarias, me diría en un bar que los de TVE tienen la picha echa un lío: Por un lado nos asan a documentales de La Dos, conciertos underground, culturales tipo La mandrágora y pelis de arte y ensayo de Garci y por otro tenemos que soportar a la Igartiburu haciendo el hortera, aguantar la fiebre Eurojunior y tragarnos culebrones de lo más rancio.

Pónganse de acuerdo. El llamado servicio público se supone que no existe como prioridad en las privadas pero sí en ustedes. Imitarlas es un ejemplo de falta de decisión, estrategia, orden y coherencia. “Los plateados”, cuyo anuncio parece parte de una nochevieja de Martes y trece, demuestra que no hay timón en TVE. Y la deuda, que pagamos todos, se acerca a los 8.000 millones de euros. Ese, desdichadamente, sí que es un culebrón interminable y que, teniendo en cuenta la programación y su escaso seguimiento, huele a plata quemada.

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