¡Publicidad! Je, je, je…

¡Publicidad! Je, je, je...

Odio dos frases redichas. Una de ellas es: «La publicidad manda». La frase es cierta, pero mira que me lastima el alma, (hablando bien y lento).

La otra frase, que suele venir como justificación a la anterior, es: Al fin y al cabo, ver la tele es gratis.

Pues no: Ver la tele no es gratis.

Lo que deberían respetar los presentadores, realizadores, montadores y el personal encargado de que la publicidad entre a su debido tiempo, son las presentaciones.

Electrojoroba que corten un programa, una película o una serie por un anucio. Así, a cañón.

Por respeto a la audiencia y a los anunciantes, ofrecemos unos consejos para introducir la publicidad como Don Dinero manda.

En tiempos remotos la publicidad era poca y pobre, se llamaba «los comerciales» y a veces tenía más talento que la paupérrima programación que ofrecía la única, grande y libre tele española. La muñecas de famosa, no me diga…

Después llegaron las privadas y sus presentadores estrella. Ellos fueron, y algunos aún están en activo, un referente en presentarnos los anuncios:

ESTILO JULIÁN LAGO EL PUBLÍGAFRO

No se vayan todavía… háganlo después de la publicidad.

Mentiríamos si dijeramos que los anuncios de aquella época no eran lo más sensato del programa «La máquina de la verdad».

ESTILO MICHAEL ROBINSON ¡FALTA!

La nueva invasión publicitara empezó como todos: «Y ahora la PUBLICIDAD»; Después, y tras los continuos fracasos por mejorar su castellano, decidió acortar la frase a «Y ahora la PUBLI». Más tarde minimalizaría más todo y haría popular su «Nos vamos a la PUB»; En un intento de acortarlo más, se le escucho: «Y ahora entra la PU»; Como la frase daba lugar a confusión, la fórmula duró pocos programas. Podía haber seguido en su intento por acortarlo al máximo con una simple «P», pero finalmente se quedó en «PUB».

ESTILO GERMÁN YANKE «VERDAD SE ESCRIBE CON H»

El siempre correcto y señor del telediario de Telemadrid siempre se despide del bloque correspondiente con la frase menos opinativa de su informativo:

«Y ahora no se pierdan los MEJORES anuncios, volvemos enseguida».

ESTILO GASSET «ENTRE PITOS Y FLAUTAS»

El rey del surrealismo mal entendido. Si este señor le hace gracia a alguien me parece muy bien, pero a mi ni ‘P’. A saber:

«Ahora que llega la tanda de innecesarios y absurdos anuncios gracias a los cuales vivimos, pueden aprovechar para darse un paseo por el Retiro o acabar esa colección de maquetas de barcos que tenían pendiente».

La más común de las que lleva preparadas es:

«Aprovechen esta pausa para ir al retrete y meneensela lo justo que volvemos corriendo».

ESTILO TOMATE «LO QUE DURA, DURA»

Ya saben: Ellos inventaron aquello de «No se pierdan la publicidad, porque SÓLO DURANTE la publicidad podrán ver qué se esconde entre las bragas de Toñi la de Tomelloso».

No es que a ELECTRODUENDE le dé ahora por atacar a la publicidad sin más. Es cuestión de no engañar al engaño y anunciarlo como es debido.

Sabemos que las empresas televisivas se crean sólo si hay otra empresa paralela que gestiona la ‘P’ publicidad (la nueva empresa que gestionará los comerciales de La sexta, por ejemplo).

Yo, se invente lo que se invente en el futuro para vendernos de todo, siempre me quedaré con Lázaro Escarceller (el entrañable viejecito de Maquinavaja, el de la foto de arriba) que en el mítico 1,2,3 del 93 miraba a la cámara y decía con su voz rasgada aquello de: «¡Publicidad! Je, je, je…».

Al fin y al cabo, alguien dijo aquello de que la tele, en el fondo, es eso que se ve entre anuncio y anuncio…
Leer «Propaganda me abre por favor»

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