Se han cargado el estupendo programa 59 segundos, que antes presentaba Mamen Mendizábal (hoy en La Sexta) y ahora lo hace Ana Pastor, que lo presenta los miércoles en vez de los lunes. Quién o por qué se lo están cargando, no lo sé, pero el caso es que el ágil debate de los microfonitos sube y baja de TVE huele a podrido. En la emisión de ayer, se debatía sobre las polémicas relaciones del gobierno de ZP con ETA y su mundo, cada día más crecido, con la kale borroka resucitada y envalentonada tras años de chitón, de entierro gracias, guste o no, a la gestión del gobierno anterior.
Ayer, en la mesa, estaban Isaías Lafuente (que no fue presentado como hombre de PRISA, de la SER, sino como “periodista y escritor”), Fernando Ónega (La voz de Galicia), Esther Jaén (RNE), Mara Malibrán (de Vocento y que sugirió que los pistoleros que dispararon en Oiartzun podían ser un “grupo disidente”), Enric Sopena (elplural) y Nacho Villa (COPE).
Este último, con el que pocas veces suele coincidir el Electroduende, estuvo solo ante el peligro, sin apoyo de nadie a su vera política, y no digamos ideológica, tan respetable como otra cualquiera. Villa se definió como contrario al diálogo (bloque uno) y casi todos los demás adujeron sus razones para pertenecer al otro bloque, el dos, por su apoyo a lo que Zapatero hace frente a ETA. Algunos de los del bloque dos también empezaron su discurso con un lastimero “yo también soy de los ingenuos”.
Ver y leer lo que sucede en Euskadi día a día y escuchar que vamos por buen camino porque, como dijo Enric Sopena, los etarras “dispararon al aire”, me parece tremendamente escandaloso, pero parece que en la mesa, salvo Villa, nadie lo denunció como se merecía semejante reflexión intelectual.
A parte del bloque en al que se quiera afiliar cada uno de los lectores que lean esto, me parece tremendamente penoso que un debate que estaba, generalmente, bien equilibrado, haya caído en esta desproporción de la balanza de colaboradores y de posiciones. 59″ huele.Huele a manipulación.
