Un Juez de Jerez de la frontera prohibió la emisión del documental “El marido de Lola”. A pesar de todo, un programa sin programa, sin lo que anunciaba desde hace semanas, logró un 26% de audiencia y 3.088.000 fieles.
¿Ustedes entienden algo?
Antes del documental, un spot de producción propia de la cadena anunciaba «Alma», el sofisticado perfume para estas Navidades de… Rosario Flores.
«Dos policías han venido a Telecinco para impedir el reportaje preparado sobre el Pescadilla», leía Jorge Javier Vázquez en directo. Asustado… pero orgásmico, dio la noticia el cariacontecido del Tomate: “Nos acaban de impedir emitir el reportaje”. Allí estaban: Pilar Eyre, José María Amilibia, Jimmy Jiménez-Arnau, Carmen Rigalt…
Jorge Javier se encargó de decir, desde el arranque del tinglado, que el argumento del juez era falso y que «no se ha recurrido a ningún acto delictivo». Más adelante, tildó los argumentos del juez de «radicalmebte falsos».
¿Qué está pasando en Telecinco? Por primera vez en la historia de la televisión, un documento audiovisual es judicialmente frenado antes de su emisión. El programa ‘Aquí hay tomate’ llevaba meses anunciándolo. Los Flores se han cubierto las espaldas y han parado la emisión.
El primer reportaje del debate posterior trató sobre una visita a un barrio donde se entrevistaba al supuesto hijo bastardo del marido de Lola Flores.
Abogados de distinta índole entraron al debate: «Una medida cautelar sin más». Jorge Javier Vázquez continuaba asegurando que el documental podrá verse en pocos días. Otro abogado, José María Garzón, respaldó la incorrección de detener el reportaje televisivo («documental», según Telecinco) de la cadena.
Y, aunque no lo podamos probar por no haberlo visto, lo cierto es que parece que a las 0:19 horas Telecinco estaba emitiendo fragmentos sobre la vida privada de los Flores, locutados con voz típica de documental, con gráficos al uso, con cuidadas imágenes de archivo que no pegaban con el tono de un «reportaje» tomatero.
Rotulaciones con fechas y fotos en blanco y negro revelaban que estábamos viendo algo más que un programa diseñado para el debate. Podríamos preveer que Jorge Javier Vázquez y los de Telecinco se la jugaron al emitir, a pesar de la órden judicial, parte del documental fragmentado para analizarlo. Y todo a pesar de las palabras de Vázquez: «Las que ven son imágenes inéditas que no pertenecen al documental».
Uno de las invitadas, Carmen Rigalt, de El Mundo, llegó a decir que se podría estar «entorpeciendo alguna negociación» para que tal acto judicial sucediese. José María Amilibia, secundándola, llegó a decir que esto se trataba de «censura previa», como la que se practicaba en tiempos no democráticos. Jimmy Jiménez-Arnau remató: «Esto es censura total, no previa».
Le sorprende a uno tanta preocupación por la censura y por las libertades entre semejantes mercenarios comunicacionales. No le sorprende a uno el siempre repelente cinismo de un personaje de la calaña de Jorge Javier Vázquez.
No han dejado emitir un «documental» sensacionalista y amarillista en el que se descubre que un tal Pescadilla le ponía los cuernos a la tal Lola Flores y que coleccionaba hijos bastardos. ¿Acabará emitiéndose? No lo sé. No lo veré. Pero la verdad es que esta noche alguien ha hecho limpieza.
Después del documental, un spot de producción propia de la cadena anunciaba de nuevo «Alma», el sofisticado perfume para estas Navidades de… Rosario Flores.
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