Ay Miguel, Miguel… Miguel Sebastián, candidato a la Alcaldía de Madrid e invitado estelar de Dragó este martes. Ahora que los de izquierdas rompen su veto a la cadena madrileña, llegan a plató y se descubren. El candidato engañó a la audiencia pepera y socialista que veía el canal autonómico.
Dijo Don Miguel que esa era la primera vez que acudía a dicha televisión y no era cierto. Hace unos meses acudió al programa de Ely del Valle, ‘El círculo a primera hora’, coincidiendo con su candidatura carambola-parche-socialista.
No fue éste el único despiste de Simancas con Dragó, y eso que se traía la entrevista preparada. Le llevó el candidato un libro al periodista sobre los primeros comunistas. Toma y dale, de Don Miguel, el profesor, el encantador de serpientes, el nuevo político a Don Fernando, el periodista, el analista, el intelectual.
Sebastián bordó la entrevista con pensamiento cínico y, para su pesar, tan translúcido como demoledor. De esos que le hacen a uno perder las elecciones. Cuando Dragó le dio carta blanca para expresar lo que él quisiera, Sebastián se descubrió:
“Quiero que esta televisión (Telemadrid) sea una televisión de todos. Independiente, de calidad, que no dependa del Gobierno sino de los ciudadanos. Que su director sea elegido por la Asamblea de Madrid. Y que sea una televisión plural, abierta, independiente.”
Hasta aquí, todo correcto en el candidato. El discurso consabido, políticamente correcto, y expresado contra la cadena que actualmente dirige con mano dura su competencia directa, La Espe. Pero el lobo con piel de cordero se descubre ante una última e improvisada pregunta del siempre avispado y rápido Fernando:
Dragó: “¿Podré seguir dirigiendo yo ‘Diario de la noche’?”
Sebastián: “Yo por mi encantado, aunque no dependerá de mi. Dependerá de Rafa Simancas”.
Sobran las palabras. Salió el lobo estepario. Despedida y cierre al socialista. Nunca más se sabrá de él.
