No quisiera repetirme y volver a hablar de ‘Cambio Radical’ pero el programa no deja de introducir “novedades”.
En un intentando por reforzar el espacio para hacer frente a la imbatible ‘Aída’, han optado por construir un ‘Sorpresa Radical’.
Ahora, la traca final ya no radica en el substancial aspecto que adquiere el protagonista sino en lo que le espera en plató.
El nivel de las sorpresas no llega ni a programa de tarde de televisión local. Este domingo acudió un señor garrulo, y no es un calificativo de cosecha propia sino que así nos lo vendían desde el programa, al que le gustaba Bernd Schuster.
El pueblerino concursante llegó a plató hecho un Camilo Sexto y Teresa Viejo le anunció que para él no habían acabado las sorpresas.
– “Mira entre el público y dime a quién reconoces”.
Tras dar un garbeo de nombres de entre los más paletos de su pueblo que habían ido a verle llegó a acertar: “Ah, y también conozco a aquel”
– ¿Y quién es aquel”- insistía Teresa.
– “Aquel, aquel”- repetía el bueno del pueblo.
– Pues sí señor, AQUEL es tu admirado Bernd Schuster.
Ya se pueden hacer una idea con estas señas de lo aburrido e insípido que resultó el encuentro entre ambos.
Teresa en vano esfuerzo por hacer el programa ágil y arañar unas décimas de share, pasó al siguiente cambio anunciando: “Y atención porque la chica que veremos a continuación es la primera en arrepentirse de su paso por el programa”.
Consiguió mantenernos con los ojos abiertos durante 30 minutos más para descubrir finalmente que la chica estaba feliz de haber entrado al programa y que su arrepentimiento sólo se debió a un episodio pasajero entre bisturí y bisturí.
Engaño al espectador. Decepcionante intento que les saldrá caro. Cuando alguien se vaya escarmentado del programa (que ya ha pasado) y se atrevan a emitirlo como último intento por revitalizar su esperanzadora audiencia, les pasará lo que a Pedro y el lobo. Esa sí que será su última sorpresa radical.
