Los espectadores se habrán dado cuenta desde hace algunos meses: las tramas de ‘Yo soy Bea’ se dispersaron de la protagonista. La actriz Ruth Núñez, que interpreta a Bea, acaba de salir de una fuerte depresión que le ha mantenido alejada de los focos.
Electroduende ha podido contrastar estos datos, aunque la noticia no ha saltado a ningún medio, ni ha sido alimentada por la propia Telecinco, que, en cambio, mantiene y vive de programas donde el rumor es el núcleo.
Ruth Núñez explotó en una de las grabaciones y acarrea una fuerte depresión que ha obligado a Telecinco a mantenerla al margen. Así, los personajes secundarios han cobrado protagonismo con tramas paralelas y Bea se ha limitado a grabar lo justo para no parar la rentable máquina que es la serie que lleva su provechoso nombre.
Las duras y muchas horas de trabajo a las que ha sido sometida la actriz desde que comenzara la serie, la presión mediática que ha tomado (hasta llegar a anunciar, con su personaje, el año nuevo en directo) y la cautela constante que debe mantener para que no la fotografíen los medios, han podido con la joven actriz.
Núñez tiene firmado, por contrato, que no puede ser ni entrevistada, ni fotografiada para que su cambio radical pertenezca, en exclusiva, al capítulo clave, el gran giro que conserva la cadena. Sin embargo, cuando una conocida revista publicó instantáneas de la actriz junto a su compañero Alejandro Tous, Ruth decayó.
Realidad y ficción se han juntado de nuevo en un actor de éxito. JR, el malo de Dallas, y Louise Fletcher, enfermera cruel en ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’, fueron agredidos por la calle varias veces, Bela Lugosi se creyó Drácula y dormía en un ataúd, Johnny Weissmuller se creía Tarzán dentro y fuera del estudio… y la pobre Ruth no puede dejar de ser Bea en plató y fuera de él, y eso tiene que ser desquiciante.
Telecinco debería plantearse darle un respiro a la serie antes de que la actriz caiga en una esquizofrenia difícil de curar con un superficial cambio de imagen. La serie, que sigue alargándose como un chicle, no da respiro y gana adeptos cada día, aunque algunos de los fieles de la serie original ya están empezando a creer que la Bea española lleva camino de convertirse en Santa Bárbara. ¿Porqué no le dan un final rápido, condensado, emocionante a la serie y crean una spin off con Bárbara la tonta (por ejemplo)?
Algunos personajes ya han funcionado, e incluso han superado en interés a la protagonista. La cadena debería plantearse otra salida y no matar a la gallina de los huevos de oro antes de que llegue a ser princesa.
