Rafael Simancas salió vivo de Telemadrid este viernes de puro milagro. El candidato socialista denunció en un mitin que un conjunto de fallos técnicos, hasta una grúa de 17 metros que cayó al plató en plena intervención, hicieron imposible su discurso.
Será fruto de la casualidad, hemos de creérnoslo, pero lo cierto es que la repetitiva antipatía Telemadrid/ PSOE no deja de sonar a chiste.
Tras el escandalosos slogan «Espejo de lo que somos» (ESPE JODE LO QUE SOMOS), Telemadrid puso toda la carne en el asador para relanzar su particular campaña Aguirreña por los diversos programas. Cristina Tórrida ha debido ser de las pocas profesionales que se ha salvado del quilombo antisociata, porque su programa, ya saben, es de arte y ensayo.
El programa de Curry se lleva a todos los que creen que Zapatero merece un insulto, y si acaso alguien osa a darle la vuelta a la tortilla (que muy de vez en cuando acude alguien de centroderecha), la presentadora ni corta ni perezosa zanja la intervención con un: «Ese no es el tema».
En el de Buruaga (Madrid Opina) se lo han sabido montar mejor para no dar una impresión de desnivel tan brutal. La brillante idea: Invitar y dejar hablar mucho a Maria Antonia Iglesias. El Bull Dog del PSOE es quien más daño le hace al partido mismo por las continúas descalificaciones y los aberrantes insultos que escupe en cada intervención. Una mujer de odio desenfrenado a diestro y siniestro. Sobre todo a diestro.
El siniestro total llegó este viernes en horario de máxima audiencia. Los debates electorales que se mantuvieron durante la semana eran más difíciles de controlar que los programas al uso. Confluían muchos factores desconocidos para la cadena: pluralismo, directo, mismo minutaje para cada partido… La cosa se presentaba peligrosa.
Vi el debate de Gallardón y no encontré mayor incidente que un despistado, acongojado y humillado Sebastián intentando darse a conocer a la audiencia. Victoria fácil y segura de antemano.
El drama llegaría el día siguiente. La Reina de la cadena llegaba al estudio. Hubiera resultado muy chocante tenderle una alfombra roja a la entrada y contratar a un grupo de figurantes que la laurearan y pidieran autógrafos. Aunque quizá sí le trataron cual estrella de Hollywood tras las cámaras, no llegaron a emitirse las imágenes. Telemadrid optó por un desenlaze más sibilino.
Seguramente todo fueron casualidades o fruto de, como dijo Simancas, los duendes: “unos duendes con nombres y apellidos, de derechas que eliminan el sonido de mi spot, vuelven loco a mi cronómetro y hacen que grúas de 17 metros se caigan sobre el plató en el momento trascendental de pedirle el voto a los ciudadanos”.
En la nota que envío Telemadrid a los medios dicen que han llevado una exhaustiva investigación y este es el resumen:
“La cinta original enviada por el PSOE para su emisión llegó a la cadena regional con los audios en contrafase. Al finalizar el debate, los técnicos comprobaron que uno de los cables de control del reloj de Simancas estaba partido en la conexión. A las 23:04 horas, cuando el Sr. Simancas se encontraba en el último turno de palabra de dos minutos, se cayó la pértiga que se utiliza para mover los equipos de iluminación del plató”.
Si todo estaba preparado para ridiculizar o asustar al oponente, se les ha visto el plumero. Ni en ‘Motivos personales’ la venganza se hacía tan evidente en tan poco tiempo.
Si realmente todo ha sido fruto de un conjunto de errores técnicos, por favor, que vaya de inmediato un grupo de inspección de riesgos laborales a la cadena. Alguien podría perder la vida aún siendo del partido.
