‘Allá tú’ ha anunciado que algún concursante se llevará los 600.000 euros durante las próximas semanas. El premio máximo del concurso.
No entiendo como la gente puede picar ante semejante anuncio. Supuestamente, la gracia del programa está en presenciar la suerte o la desventura del concursante en el transcurso del mismo.
El hecho de que nos avisen del triunfo futuro de un concursante supone un reconocimiento público de que el concurso está acabado. Es como si te dijeran: “Oye, que llevamos ya muchos años. Sabemos que no te interesa nada de lo que aquí pasa habitualmente. Que has descubierto nuestra trampa para enganchar espectadores, pero atento porque dentro de poco se prepara un programa que no es como el de todos los días. En realidad vas a ver lo que te veníamos prometiendo (engañando) desde el principio. El premio lo vamos a dar ¿te lo vas a perder?”
Pues sí, deberíamos perdérnoslo. Al menos los fieles, los fans, los seguidores diarios que sufren con la intriga y con la incertidumbre que crea el programa.
Aquellos que cada semana juegan su quiniela y que no quieren que les digan qué día va a tocar el bote, han de rebelarse. Jesús Vázquez, un presentador ya quemado, saltará por los aires con la buena nueva. El concursante tendrá su semana de gloria por las revistas de televisión. El espectador pasará un par de días pendiente de la televisión para ver cuando toca el gordo. Pero, ¿y el fiel al programa?
Se sentirá engañado e impotente. Verá como todos estos meses de espera no han servido para nada.
Dense cuenta que seguir ‘Allá tú’ puede convertirse en un oficio de detectives. Siempre a la espera de que caiga el premio gordo y ser testigos de ellos. Ahora, los cómplices con la dinámica del concurso se sentirán traicionados. Que desvelen el final deseado con antelación es como aventurar el desenlace de una serie de años de rodaje. Los espectadores comprometidos con la causa entenderán que ya no tiene sentido permanecer atento al resto de los programas. Sabrán que siempre que ocurra algo sorprendente serán avisados con antelación y ver el resto de programas paja carecerá de sentido para ellos.
¿Creen que queda algún adicto incondicional a Allá tú que le moleste realmente que le aventuren los premios? Yo tampoco, pero tendría que ser así ¿no? Vale, me llevo la caja mala.
