No podía fallar y falló la entrevista-spot del obediente Andreu Buenafuente. El presentador simula llegar tarde a Moncloa. Mientras, Zapatero le esperaba sentado en un sofá mirando una y otra vez el reloj. Cuando finalmente llega Buenafuente y se disculpa, el presidente le contesta «imagino que venías en Cercanías».
Era un chiste fácil pero a los ciudadanos que tardan dos horas en llegar a su casa le sonó a burla.
La mayoría de los partidos políticos catalanes, excepto el PSC e ICV-EUiA, han mostrado su indignación por el hecho de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, bromeara anoche con los retrasos permanentes de Cercanías.
Los portavoces de CiU, PPC, ERC y Ciutadans han criticado duramente esta mañana esta actitud del presidente del Gobierno por frivolizar un tema que afecta cada día a miles de personas.
Entre estas declaraciones, destaca la del conseller de Governació y secretario general de ERC, Joan Puigcercós, que ha considerado una «frivolidad tanto de Zapatero como de Magdalena Álvarez en el tratamiento de esta cuestión.
«Espero que no vuelva a pasar», ha afirmado Puigcercós, que ha recordado al Gobierno que «hay gente incluso con dificultades económicas» a causa de los retrasos de Cercanías y el corte de vías en el Baix Llobregat, porque «hasta han tenido que pedir créditos para pagar canguros». «No hay chistes que valgan».
El dirigente republicano tacha la actitud de Zapatero de «impresentable y frívola».
También el líder de UDC y portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, ha considerado «inaceptable, ofensivo y una falta de respeto hacia los usuarios de Renfe afectados por la incapacidad del Gobierno» la broma de Zapatero.
Según Duran, «no todo se puede decir con una sonrisa, y no se pueden hacer bromas con un tema tan profundo y que comporta que haya tantos afectados».
