El 3 de abril de 2010 España sufrirá el apagón analógico y ya sólo se podrá ver la caja tonta por la Televisión Digital Terrestre (TDT). No es por ser pesimistas, pero querer ser pioneros en la televisión del futuro cuando somos un país tercermundista en Internet y banda ancha es garantía de fracaso. Especialmente si analizamos la prueba piloto que se va a hacer en Soria.
A algún lumbrera del Gobierno se la ha ocurrido ensayar el apagón analógico en una provincia española durante los primeros meses de 2008.
¿Provincia escogida? Soria, la más despoblada y con la tasa de envejecimiento más alta de Europa.
Primero, en los pueblos de Soria (91.000 habitantes en toda la provincia) la mayoría cree que TDT es un matarratas. Y no es de extrañar cuando la mitad de sus 183 municipios tiene menos de 100 habitantes. Un informe de la Junta de Castilla y León sitúa a esta provincia en el último lugar en cuanto a equipamiento de vídeos, DVD y telefonía móvil en los hogares. Y de Internet y banda ancha, mejor ni mentarla.
Segundo, a quién se le ocurre escoger una provincia de gente mayor –casi un 30% tiene más de 65 años, el doble que la media española– que no les preocupa tener televisiones último modelo con TDT integrado o, menos todavía, irse a comprar el aparatito necesario para recibir la señal.
RAZONES PARA ELEGIR SORIA
Senador por Soria Félix Lavilla, portavoz socialista en la comisión de la Sociedad de la Información y del Conocimiento:
«Soria es una ciudad pequeña, que permitía con no demasiado dinero experimentar un plan de ayudas dando ventajas a la gente a cambio de acelerar el ritmo»
Lo más problable que consigan con esta experiencia piloto es lograr que a la mayoría de los sorianos se les quede la pantalla negra y no puedan ver nada en sus televisiones.
Aunque siempre podrán utilizar los aparatos de pecera.
