A sus 13 años, Megan transitaba entre algunos problemas (como todo adolescente), pero parecía que estaba levantando el vuelo. En parte, gracias a la amistad con un chico que había conocido en MySpace. Pero cuando el chico empezó a insultarla, a vejarla, Megan, devastada, se quitó la vida. ¿El drama? El adolescente no existía. Era una creación de la madre de una antigua amiga de Megan.
FOTO: Megan Meier
Todo comenzó el día que Megan le gritó a su madre para que se acercara a su ordenador a ver en la pantalla su página de MySpace:
«¡Mamá! ¡Mamá! Míra a este chico», recuerda Tina Meier que le dijo su hija.
El nombre del chaval era Josh Evans, de 16 años y de enorme atractivo físico.
«¿Puedo añadirlo a mi lista de amigos de MySpace»
Tina dijo sí y, tras seis semanas, Josh y Megan se habían convertido en grandes amigos virtuales y Josh la había ayudado a superar algunos problemas, como el síndrome de déficit de atención, su lucha con la depresión y los cambios de peso.
FOTO: Tina Y Ron Meier, ante el mausoleo donde enterraron a Megan
Lo cuenta con detalle en una excelente crónica humana Steve Pokin en St. Charles Journal.
Un día Megan rompió su amistad con una amiga de su misma calle, en parte debido a Josh. Ella sólo quería llegar a casa para chatear con el único chico que parecía tener un interés sincero por ella.
Tras romper con la amiga, esa noche le llegó un mensaje devastador de Josh:
«Me parece que no quiero seguir siendo amigo tuyo porque he oído que no eres amable con tus amigas»
Megan le replicó:
«¿Pero de qué estás hablando?»
En los siguientes días, Josh continuó enviando desagradables mensajes a Megan y su madre no conseguía evitar que se conectara a MySpace.
De los mensajes, Josh pasó a las listas de correos con frases como:
Megan es una zorra
Megan está gorda como una vaca
Megan entró al trapo contestando y tratando de defenderse, lo que le afectó todavía más.
Unos días después se ahorcó en su habitación.
El FBI encontró el último mensaje que recibió en su cuenta de MySpace. Era de Josh. Y decía:
«Todos en O’Fallon te conocen y saben que eres una mala persona y todos te odian. Espero que el resto de tu vida sea una mierda. El mundo sería un lugar mejor sin tí»
La policía ha dado por cerrado el caso sin acusación alguna.
Durante el entierro de Megan, el verdadero Josh, la madre de la ex amiga de Megan, simplemente dijo:
«No me siento responsable en manera alguna ahora que sé que había tenido tendencias suicidas en el pasado»
