El telediario más visto del planeta cambia de cara pero sigue con la propaganda china

El telediario más visto del planeta cambia de cara pero sigue con la propaganda china

140 millones de chinos se conectan a diario a las siete de la tarde para ver ‘Xinwen Lianbo’, el telediario de mayor audiencia del planeta emitido por la cadena estatal CCTV. En un intento de quitarse la imagen de ‘propagandistas’, los responsables del programa han sustituido a los acartonados presentadores burócratas por dos treintañeros.

La presentadora Li Zimeng y su colega Kang Hui, con apenas 30 años, han sido los elegidos para este cambio de cara en las ondas informativas chinas, un cambio que ha sorprendido mucho a los telespectadores, ya que el boletín llevaba muchos años apostando por periodistas de aspecto severo y más maduro.

Wang, un periodista de 30 años, es aún más crítico con el noticiero y opina que ‘da igual que lo cambien y pongan caras guapas, sigue siendo muy político’.

El cambio, iniciado el 6 de diciembre, es según los analistas de los medios un buen comienzo, aunque no suficiente, para acabar con las críticas al programa que el año que viene cumplirá 30 años y pese a sus grandes audiencias está perdiendo espectadores año tras año, especialmente entre los jóvenes chinos ‘adictos’ al Internet.

‘Ni yo ni mis amigos vemos el Xinwen Lianbo. A esas horas, estamos plantados enfrente de nuestros ordenadores’, señalaba el popular bloguero Kang Kang (kangkang.bokee.com) al respecto.

Wang, un periodista de 30 años, es aún más crítico con el noticiero y opina que ‘da igual que lo cambien y pongan caras guapas, sigue siendo muy político’.

‘Si tiene altas audiencias es porque en algunos sitios, como en el Ejército chino, obligan a verlo’, comenta el reportero a Efe.

‘Si tiene altas audiencias es porque en algunos sitios, como en el Ejército chino, obligan a verlo’, comenta el reportero a Efe, añadiendo que, pese a todo, sigue siendo muy popular ‘entre los políticos locales, que siempre intentan que su nombre aparezca, como una oportunidad de promoción’.

Otros comentaristas, en el sur de China, aseguran que aunque todavía acuden a la televisión para informarse, optan por ver los boletines de noticias de los canales emitidos en la vecina Hong Kong, donde existe libertad de prensa y la información de canales como Phoenix TV está menos enfocada en elogiar líderes comunistas.

Pese al recelo de espectadores e internautas, lo cierto es que ha habido ya voces en el Gobierno pidiendo un telediario menos propagandístico y centrado en los discursos con poco contenido del presidente, Hu Jintao, o los ‘baños de multitudes’ a los que es aficionado el primer ministro, Wen Jiabao.

Es el caso de Ye Hongming, consejero gubernamental, quien en marzo ya pidió en la asamblea anual de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh, máximo órgano asesor del Gobierno), que el telediario nacional cambiara su imagen, ya que ‘ha perdido su atractivo entre los espectadores’.

El propio He, citado por el diario hongkonés ‘South China Morning Post’, se mostró satisfecho por los primeros cambios dados por el noticiario, aunque reconoció que el canal estatal es cauto a la hora de modificar su estilo.

De hecho, el programa usa tres parejas de presentadores que se van cambiando día a día, y dos de ellas siguen siendo las mismas ‘caras serias’ habituales.

Los posibles cambios, como suele ocurrir en China, quizá estén motivados por razones económicas, antes que políticas: Xinwen Lianbo tiene niveles de audiencia casi 10 veces menores a los de hace 20 años, cuando el 50 por ciento de los espectadores de ‘prime time’ escuchaba en el noticiero las andanzas del líder Deng Xiaoping.

Hoy en día, pese a que a veces es difícil sintonizar canales que no transmitan el ‘parte’ nacional, la audiencia a esas horas es de sólo el 6 por ciento, sin olvidar la competencia que supone la explosión de Internet en el país asiático (más de 180 millones de internautas).

Es una señal de la comercialización y diversificación que ha sufrido la televisión china, donde, frente a las muchas limitaciones gubernamentales y la censura, triunfan programas de entretenimiento y ‘reality shows’ como Supergirl y Superboy, (que buscan cantantes noveles al estilo de ‘Operación Triunfo’ o ‘American Idol’).

Mientras CCTV sufre las críticas de una ciudadanía cansada de propaganda, canales como el provincial Hunan TV (que logró reventar las audiencias gracias al citado Supergirl) son populares en todo el país y ya se permiten traer a su plató a celebridades como el futbolista David Beckham, quien recientemente grabó un programa con ellos.

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