Quizá habría que decirlo justo al revés, porque se trata de un mensaje destinado a gente para la que el destino de los otros no es indiferente. Si eres de los que sólo piensan en lo suyo, ni se te ocurra pulsar aquí. Y hazlo si conservas una pizca de blandura en el alma y un gramo de ternura en el corazón…