Hoy es sólo un proyecto, llamado Cinneo, pero en tres años debería haber mil pantallas, aproximadamente una cuarta parte de los cines en España, que dispongan de proyectores digitales. ¿Cuántas salas disponen hoy de esa tecnología? Ninguna. Pero es el futuro. Y es imparable. Por costes y por calidad de imagen. Esta semana se ha presentado en el Centro de Arte y Tecnología Argüelles, dependiente de la SGAE (Sociedad General de Autores) el proyecto de transición en España del cine analógico al cine digital financiado por el Programa de Fomento de la Investigación Técnica del Ministerio de Industria.
Sydney Borjas, el portavoz de la iniciativa, lo explicaba así:
«La idea es que todas las partes implicadas que hacen posible que una película llegue a los espectadores estén representadas en este organismo. Desde el productor hasta el exhibidor pasando por los que se encargan de la tecnolgía y los que sirven las redes para el transporte»
«Los gastos totales se podrían abaratar de forma drástica. Además, se acaba con la palabra copia. En el mundo digital, todo son originales»
Estaban presentes los implicados:
-SM Data es la empresa que provee el soporte técnico
-Telefónica pone las redes
-Filmax, que distribuye las películas
-La Federación de Cines de España (FECE), que se encarga de los cines
-Otras diez empresas menores
Técnicamente se trata de convertir cada película en una serie binaria de rayas y puntos. Ese archivo se envía por Internet a las salas de proyección, donde gracias a un proyector denominado 4K se exhibirá el filme a los espectadores. Y, además, la calidad será de alta definición, mayor que la actual.
