Belén Esteban riñe a los periodistas por querer amargarle la luna de miel

(PD).- «¿Qué he hecho yo malo? ¿Casarme y dar una boda a todos vosotros? Que yo lo he hecho de corazón», clamaba Belén Esteban en la sala de llegadas de Barjas. «Dejadnos ya a mi marido que disfrutemos de la vida, que estamos felizmente casados y estamos deseando que venga un niño no, que vengan cuatro o cinco».

La «princesa del pueblo», muy morena y delgada, acompañada por su marido Fran y un montón de equipaje, era esperada por una nube de fotógrafos y periodistas a su llegada de Punta Cana.

Pisó suelo español y explotó. Belén Esteban, pese al cansancio tras la larga noche a bordo del avión que la devolvía a España junto a su marido Fran Álvarez, no se pudo contener cuando la comenzaron a asetear a preguntas, alcachofa en mano.

Mientras luchaba con el carrito del equipaje, como se pudo ver en el programa Corazón de Verano de Anne Igartiburu, lo primero que hizo fue negar de cuajo su posible embarazo. Fue lo que más le dolió, que su hija Andreíta se enfadara con ella porque no le hubiera contado en persona que va a tener un hermanito. «No estoy embarazada», insistió.

También quiso dejar muy claro que: «Yo no he metido a ningún periodista en la cárcel» y añadió que «de eso ya hablaremos», en referencia a las declaraciones del paparazzi Óscar Becerra el pasado viernes en ¿Dónde estás corazón? de Jaime Cantizano, como informó El Semanal Digital.

Mentó a su abuela, de 90 años, que se había llevado un enorme disgusto al escuchar en la televisión que su nieta estaba en la UCI de un hospital dominicano. «No hay derecho que digáis esas cosas. He tenido una infección de oído, nada más. No podéis estar preocupando a mi familia», continuó indignada.

Belén insistió una y otra vez en lo dolida que estaba con la prensa después de que había invitado a todo el mundo a su boda, sin cobrar nada de nadie, y de lo bien que se había portado. «No me merezco que me hagáis esto», volvió a decir antes de agarrar a su marido y sus trastos y concluir con un:» Y ahora chicos, perdonádme pero estoy deseando llegar a mi casa, ducharme y dormir».

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