Si Belén Esteban está embarazada, bailará desnuda sobre la mesa

(PD).- Jordi González sufrió de lo lindo con Belén Esteban, que se la tiene jurada a una agencia que según ella «no ha hecho más que contar cosas que no son verdad».

Llegó como es ella, indescriptible. Hubo quien incluso pensó que llevaba su traje de novia, o el négligé de la noche de bodas. «Me tiemblan las piernas, ¡es que llevo unos tacones!, en cuanto me siente se me pasa», comenzó su intervención en Telecinco.

Y en cuanto se le pasaron esos primeros nervios, repartió sus regalos: el vídeo de la excursión a isla Saona que emitió el día anterior la competencia -como informó en su día El Semanal Digital– y una botella de ron con una foto de ella y su marido. Y a partir de ahí, Belén Esteban saltó sobre Diego Arrabal.

«Tu has mandado hacer todo esto y te voy a poner una demanda», comenzó la flamante señora de Álvarez que reconoció que su marido no iba a ver su intervención en La Noria de Jordi González «porque lo pasa muy mal y se ha quedado jugando a la ´play´».

Contó mucho más de lo mismo: el problema de oído que le vino por la presión del avión, que está fenomenal, enamoradísima, orgullosa de poder hablar de «mi marido».

Vino cargada de papeles: facturas de médicos, fotos, un documento de la policía dominicana referente a los paparazzis. Y entre tema y tema soltaba sapos y culebras hacia Diego Arrabal.

La tensión iba en aumento e incluso en un momento la agresividad subió tantos enteros que un oportuno -o forzado- corte de publicidad logró poner paz antes de que la Esteban recogiera sus bártulos y se fuera a su casa «dolida por la mala información, por escuchar cosas que no son verdad», no por las imágenes robadas por los paparazzis.

No quedó claro en qué consistió el acta que firmaron los fotógrafos retenidos y la propia Belén Esteban en la comisaría de policía para que éstos pudieran abandonar el país.

Al parecer se trata de un documento en el que se comprometían a que no darían publicidad ni al material fotográfico ni de audio.

A todo esto, Diego Arrabal insistía una y otra vez en que todo el berrinche de la Esteban estriba en que le han pinchado la exclusiva de su futura maternidad.

Belén negaba tajantemente estar en estado y en un momento dado saltó con un: «Lo que me faltaba, ¡no me voy a hacer la prueba del embarazo en el plató».

La idea de Jimmy

Para descrispar, a Jimmy Giménez Arnau se le ocurrió una apuesta insólita cuya solución se verá a finales de septiembre. Si Belén está embarazada, bailará desnuda sobre la mesa de los tertulianos; si no lo está, lo deberá hacer Diego. Incluso se dieron la mano para sellar el pacto.

Volviendo a temas más serios, Beatriz Cortázar incidió en el mismo asunto que Pilar Eyre en ¿Dónde estás corazón.

Según la periodista, el reportaje de la exclusiva de luna de miel que publicó Diez Minutos se había ofrecido a otra importante revista que lo rechazó porque no le parecía veraz.

Y no pudieron faltar las lágrimas de Belén, primero al recordar como su madre le dedicó unas palabras a su abuela durante la boda. Y luego, al recordar a una persona cercana que murió joven, mientras ella estaba en Punta Cana.

Tuvo otro arrebato de rabia cuando Diego le preguntó si había pagado ya su convite de boda -«¡Naturalmente. La mitad la pagaron mis suegros!»- y se despidió como no podía ser de otra manera, mandando un beso enorme a su Andreíta que este domingo cumple nueve años y todavía está pasando las vacaciones con su padre, Jesulín de Ubrique, y la mujer de éste, María José Campanario.

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