(PD).- Como subraya Pedro Fernández Barbadillo en Bokabulario: «¡Vaya con el nuevo modelo de televisión pública! Pone uno La Primera y se topa con un publirreportaje sobre un homicida. Socialismo es amor al delincuente».
¿Alguien se imagina que al hablar sobre Iñaki de Juana -por cuya salud sentían hace un año tanta preocupación ZP y Rubalcaba- no se mencionasen los 25 asesinatos que cometió? Pues en TVE se puede hablar sobre criminales sin citar su crimen ni el nombre de su víctima.
El viernes por la tarde, el programa Gente dedicó varios minutos a cantar la salida de la cárcel de Farruquito, un auténtico canalla y cobarde: mata a un hombre por conducir con exceso de velocidad y sin carné, huye, se calla, le echa la culpa a su hermano menor, manda a su clan a despejarle las escaleras de los tribunales y llora mucho.
En ningún momento, los redactores del programa y la sonriente presentadora, que merecería el premio Baba del Mes, mencionaron por qué había estado Farruquito en la cárcel, ni el nombre del muerto, Benjamín Olalla.
Se incluían unas declaraciones antiguas de la Farruca en la que hacía de gitana de película: que no metiesen a su niño en la cárcel, que ahí hay mucha gentuza, que su hijo no lo había hecho a posta y que no era un terrorista, y todo bañado en lágrimas.
El reportaje acababa con una voz en off diciendo que la Farruca ya tenía a su nene en casa. Desgraciadamente, eso no lo pueden decir la viuda, María Ángeles Madero, ni los padres de Olalla.
Seguro que los asistentes al concierto de Farruqito en Palma tampoco se acordaban del muerto. Tampoco 11 millones de moscas se acordaron de que El Enviado había enviado embajadores a reunirse con Arnaldo Otegui.
El viernes, en un pueblo de Toledo, un conductor sin carné que conducía demasiado deprisa atropelló a un grupo de siete jóvenes y ha muerto uno. Un añito en prisión y después una pulserita. Ya veréis.
¡En Expaña sale muy barato matar!
CRÓNICA DE SOCIEDAD
Pilar Heredia, presidenta de la asociación gitana Yerba Buena, candidata al Congreso en listas del PSOE en las elecciones 2004 e invitada a la boda, explicó a Efe que uno de los rituales que cumplirá la novia será la prueba del pañuelo para comprobar su virginidad, tras lo cual la mancha de sangre se mostrará a la familia y los novios serán vitoreados con una lluvia de peladillas por los invitados.
Socialismo es que las mujeres se casen vírgenes.