(PD).- Más moralina y menos moralidad. Aunque todavía se escandalizan al ver un pezón o un desnudo de anuncio, las cadenas norteamericanas han dinamitado la santidad del matrimonio y han conocido una liberación sexual sin límites. Las pomposas escenas familiares de ‘La tribu de los Brady’ han sido sustituidas por revolcones en la oficina, ‘affaires’ fetichistas y frenéticas bacanales.
O al menos eso se desprende de un estudio publicado por el Consejo de Padres para la Televisión (PTC), que denuncia que la industria hollywoodiense se viene dedicando en los últimos años a promocionar el adulterio y la promiscuidad en sus programas de televisión de máxima audiencia.
El informe ‘Happily Never After: How Hollywood Favors Adultery and Promiscuity Over Marital Intimacy on Prime Time Broadcast Television’ señala que las cadenas apenas muestran escenas sexuales en el contexto del matrimonio o las representa como una «carga», mientras acentúan el atractivo de otro tipo de relaciones.
En este sentido, se dice que «mientras a los medios parece asustarles hablar del sexo en el seno del matrimonio, no sucede lo mismo con la masturbación, el sexo oral y anal, la estimulación manual, el fetichismo y los juguetes, el esclavismo y la perversión sexuales».
Así, los datos recogidos de los contenidos emitidos por las principales cadenas de Estados Unidos reflejaron que las escenas de adulterio superaron por 2 a 1 a las imágenes íntimas de parejas casadas. Asimismo, el sexo sin estar casado superó por 4 a 1 las situaciones sexuales matrimoniales.
«Sugiere que muchos en Hollywood buscan minar el matrimonio al tratarlo de forma negativa, pero más problemático que la glorificación del sexo fuera del matrimonio es la obsesión por mostrar comportamientos que hace una década habrían sido inapropiados para televisión», ha afirmado el presidente de PTC, Tim Winter.
Y es que referencias a situaciones sexuales que antes no aparecían en ‘primetime’ como los tríos, los intercambios de pareja, la pederastia, necrofilia, el fetichismo, la prostitución, el voyeurismo, el travestismo o la transexualidad, se encuentran ahora en la programación de forma abundante, casi tres veces más que las citas a sexo matrimonial.
«Comportamientos que antes eran vistos como inmorales o socialmente destructivos han recibido el visto bueno de la industria televisiva. Recientes estudios muestran que los niños están influenciados por esos mensajes», aseguró Winter. De ahí que haya criticado a las cadenas por no «respetar el código de conducta al que se sumaron voluntariamente en el pasado y que defendía la santidad del matrimonio como un valor para el hogar».
La investigación, que excluía películas, deportes, informativos y concursos, se basó en la parrilla de máxima audiencia de las emisoras ABC, CBS, FOX, NBC y CW durante cuatro semanas y analizó más de 200 horas de televisión al principio de la temporada 2007-2008, entre septiembre y octubre del año pasado.
Las cifras obtenidas sugieren que ABC fue la cadena con más alusiones al sexo en el matrimonio, «aunque la mayor parte de ellas negativas», según menciona el informe, que destaca que en ese mismo medio el sexo sin casamiento previo apareció en un contexto positivo.
Machismo en las series
Quizá más preocupante resulte el aumento de comportamientos machistas en las ficciones de producción estadounidense. Mientras no pocos han puesto el grito en el cielo tras ver unos carteles promocionales de la segunda temporada de ‘Gossip Girl’ subidos de tono, todavía no se ha escuchado una sola queja por las machistas diferencias que es establecen entre los roles sexuales de los chicos y las chicas.
Según recoge el diario británico ‘The Guardian’, se ha extendido por los medios americanos una actitud puritana que clama que «las niñas buenas no lo hacen». Y, si eso ocurriese, no deberían gozar con ello y deberían ser castigadas.
Tori Spelling, que daba vida a Donna en ‘Sensación de Vivir’, no pudo escenificar escenas sexuales hasta que cumplió más de 20 años, pues su padre y productor de la serie temía arruinar la reputación de la muchacha.
En la serie ‘In My So-Called Life’, las jóvenes Rayanne and Sharon se enfrentaron a graves problemas familiares tras la pérdida de su virginidad. Los personajes Andie y Gratchen, the ‘Dawson Crece’, fueron menospreciados cuando la primera mantuvo su primera relación sexual y la segunda sufrió un aborto.
Caso bien distinto es cómo se retrata la sexualidad masculina. En el primer episodio de ‘Gossip Girl’, un joven intenta forzar a dos chicas: termina el capítulo en plan héroe. Lucas Scott, de ‘One Tree Hill’, puede pasar el rato con todas las jovencitas que desee sin ningún tipo de problema. Tampoco a Chuck Bass, de ‘Gossip Girl’, se le ha reprimido su ‘donjuanismo’. Cuestión de sexos.
