En La Noria de la paz de MAR y Maria Antonia Iglesias, y nueva llamada colérica de Violeta Santander, hubo un invitado inesperado que por primera vez no dio el espectáculo.
Está más delgado y envejecido, no articula a veces bien, se encuentra sorprendentemente tranquilo, y en ocasiones algo apático, y se muestra feliz por el tratamiento en la Clínica Quirós donde, puntualiza, «ingresó de forma voluntaria».
Andrés Pajares, invitado estelar en La Noria, aseguró a Jordi González que se encuentra muy bien a la vez que admitió que cuando «uno está mal, es necesario entrar en los talleres».
Reconoció que le pasaron cosas que no eran normales, las calificó incluso de «paranormales», pero insistió en que se encuentra ahora perfectamente. Jordi quiso saber si tocó fondo a lo que Andrés repondió que «yo no quería tocar fondo y por eso me puse en manos de profesionales». Fue la tónica general que marcó su reaparición después de protagonizar todo tipo de episodios de sal gruesa en la calle y en los platós de los que se hizo eco El Semanal Digital.
Mayor pero no viejo
El nuevo Andrés Pajarés, que ironizó varias veces sobre su diagnóstico psiquiátrico, precisó que «soy mayor pero no viejo» y mostró su obsesión de que «esto no se acaba ya que sigo trabajando». Su discurso sólo se vió alterado por la colección de vídeos que le mostró Jordi para sacar el látigo contra los «alcachoferos», a quienes denigró y negó que fueran periodistas sino un espectáculo que no se debía tolerar.
Jordi sólo le pinchó sobre su tormentosa relación con sus hijos, algo que ahora negó Pajares. «Yo les quiero mucho, los quiero con toda mi alma», aseguró sin entrar en otras consideraciones. Sobre Andresito comentó «que vuela», de Mari Cielo se mostró orgulloso por sus guiones y su brega para ser actriz sin «ser hija de papá», y de Eva admitió que hay una relación especial y que estuvo a su lado durante su enfermedad.
Frágil cese de las hostilidades
Sólo al final, en el chequeo a personajes, torció el gesto con Gloria Serra cuando se puso sobre la mesa el nombre de Jesús Mariñas. Aseguró que es «un pobre hombre» con un rictus de desprecio que alteró su afabilidad mostrada hasta entonces.
Entre sus proyectos, dijo que vuelve a estudiarse la posibilidad de rodar una película con Fernando Esteso. Pero lo planteó más como deseo que asunto cerrado en una nueva entrega, más relajada pero a la vez extraña, de quien hasta hace bien poco pasó a ocupar la página de los sucesos en lugar del espectáculo.
CONFESIONES PAJARILES
Otro de los temas estrella fueron sus hijos. No quiso entrar y se limitó a decir que «son los primeros de la lista, los quiero mucho, con toda mi alma». Para Eva fueron la palabras más cariñosas reconociendo que «es la que más cerca ha estado durante su enfermedad».
Sus excesos
En 1998 sufrió un infarto. «Entonces no tenía muchos excesos, todo lo contrario», dijo Pajares refiriéndose a entonces, para continuar con un breve anecdotario cómico de los efectos que en él produce el alcohol: «Con una copa hablo, con dos bailo sevillanas y con tres devuelvo y me pongo de parto».
En tono más serió añadió «no tengo nada que decir sobre excesos, enseguida me sienta mal el alcohol o lo que tome».
«Nunca dejo de ser humorista, hay que ver la vida por el lado bueno», aseguró, a la vez que se quejaba de que «la gente de hoy en día ya no se ríe y va de muy mal humor por la calle».
Opinión sobre…
Esteso: «Mantenemos una buena relación… cuando me llama, él ha elegido tener calidad de vida y vivir tranquilo».
Mariñas: «Es un pobre hombre».
Profesor Neira: «No me creo la versión de la agredida».
Javier Bardem: «Deseo que le den más Oscars».
Darek: «Actor puede ser la mula Francis, no lo considero intrusismo, me la sopla».
El «coñazo» de Rajoy: «Es que es un coñazo, hasta para la cabra, que podía estar tan tranquila con sus cabritos».
Princesa Sofía: «Me propuso que fuera durmiendo en una ambulancia para así conseguir llegar a un acto benéfico un domingo por la mañana descansado porque yo le dije que trabajaba el sábado».
LA PAZ DE MAR Y MARIA ANTONIA
La Noria finalmente registró la firma de la paz entre Miguel Ángel Rodríguez (MAR) y María Antonia Iglesias. Pero se trató de un frágil acuerdo que estuvo a punto de saltar en el acalorado debate sobre si Don Juan Carlos es de izquierdas o de derechas.
