A-3 TV: «Morir tras copular»

(PD).- Bárbaro arranque el de la teleserie Lex (A-3 TV). Se presentó la tremenda Paz Vega en el despacho de los abogados (Santi Millán y Javier Cámara). Y sentada en una silla –como escribe Ferrán Monegal en El Periódico-, y cruzando las piernas de manera voluptuosa y encabritante, les informa de que todo pollastre que se acuesta con ella acaba, poco después, cadáver.

¡Y ya lleva tres difuntos a sus espaldas! Y por toda explicación les dijo: «¡Es que tengo tal capacidad de dar placer! Sabed que hago muy bien el amor y consigo que los hombres lleguen a un nivel de excitación, a un éxtasis, muy intenso».

¡Ah!, cómo se les quedó la cara a esa pareja de abogados escuchándola. Flipaban, asombrados. Y a la vista de aquellas piernas, y del posturismo que Paz Vega se gastaba, Santi Millán, recalentado y más salido que un mono del parque, le susurró a Cámara:

«No sé si esta tía será una asesina, ¡pero a mí me pone Pinocho!»

O sea, que le crecía la nariz, pero no en la cara, sino en el interior de su bragueta. Nos hemos reído bastante. Es verdad que se trata de una revisión de Instinto básico por la vía garbancera y mesetaria. Y ya sabemos que Paz Vega no es Sharon Stone, ni Santi Millán es Michael Douglas.

Pero la escena estaba muy bien trabajada, muy divertida, llena de guiños disfrutables. Aquí lo raro es que, siendo un trabajo entretenido, pícaro, y bien realizado, solo haya cosechado un 11,3% de share. Aquí está pasando algo.

Quizá lo que ocurre es que la tele ya nos ha acostumbrado a buscar en ella, exclusivamente, el impacto. Y a ser posible, con la moqueta del salón chorreando sangre.

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