Morder la mano que da de comer puede acabar mal. Y hacerlo de forma rutinaria en un medio de comunicación empeora las cosas. La televisión pública alemana ZDF ha perdido la paciencia con sus críticos más indisciplinados. Tras soportar durante semanas los ataques del gremio a la calidad de la cadena ha despedido a la periodista Elke Heidenreich quien es considerada en el país como el «oráculo literario» de la pequeña pantalla.
Thomas Bellut, director de programación de la ZDF, ha comunicado que no habrá más emisiones del programa que conduce Heidenreich, llamado ‘Lesen’ (cuya traducción es ‘Leer’) por considerar «intolerables» los ataques que la periodista hacia desde este espacio no solo a ciertos contenidos sino también a todos sus «compañeros de trabajo».
Heidenreich había salido en defensa de su veterano colega Marcel Reich-Ranicki, quien el pasado día 11 de este mes rechazó el premio a toda su carrera en una gala de televisión con una encendida crítica a la calidad de los programas.
La ARD y la ZDF, primera y segunda cadena públicas alemanas, encajaron con elegancia el ataque de Reich-Ranicki al que incluso ofrecieron hablar de la cuestión en un debate con el moderador Thomas Gottschalk, quien asimismo había presentado la citada gala.
Reich-Ranicki aceptó la oferta y se sentó a dialogar, mientras que Heidenreich tomó el asunto como propio y atacó a los profesionales del medio, incluido el propio moderador.
Las series y programas premiados esa noche eran en su gran mayoría «lamentables», ha dicho la crítica de 68 años Heidenreich, y además añade que el conjunto que ofrece la cadena es «ridículo», hasta el punto de avergonzarse de trabajar en el medio.
«Por mí, que me echen ya, estoy cansada», ha afirmado la periodista para pedir luego al propio Reich-Ranicki «disculpas», como representante de la casa por tan «indigna programación».
Una periodista en guerra
Los deseos de Elke Heidenreich se han hecho realidad, en lo que al despido se refiere, no tanto por esas declaraciones sobre los contenidos al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, sino por su posterior ataque personal al periodista Gottschalk.
«No creo que tras tantos años siga siendo un buen moderador. Más bien parece un hombre viejo y cansado», ha dicho a la revista Bunte Heidenreich. El popular moderador de la televisión canceló a raíz de estas palabras su participación en el programa ‘Lesen’, al que Heidenreich le había invitado antes de que estallase el conflicto.
«Elke se ha comportado miserablemente y estuvo intrigando» ha afirmado Reich-Ranicki, quien pese a las diferencias de criterio con la cadena siempre ha mantenido buenas relaciones con el periodista Gottschalk, y salió en defensa del presentador al acusar a Heidenreich de «intrigante y mentirosa».
Todo apunta a que la trifulca no se zanjará ahí, sino que habrá nuevos turnos de réplica. Reich-Ranicki es una figura legendaria que se ganó la fama de feroz por sus airados ataques a alguna novela de Günter Grass, y tuvo audiencias millonarias con el programa Literarische Quartett.
