(PD).- ¿Qué fue de la Gema mandona, gritona, protestona y mosqueada? ¿Se la comió la lengua el gato? La última expulsada de la casa de Guadalix acudió al debate de GH10 que conduce Jorge Javier Vázquez. Estaba guapísima pero muy nerviosa, poco segura de si misma y muy callada. Irreconocible.
No la sacaron de su letargo ni los tertulianos, Kiko, Lydia, Antonio o Belén. ¿O es que la Gema le sentó mal el sketch que protagonizaron con una vaca y botellas de leche por aquello de la mala milk de la ex concursante?
El caso es que opinó muy poco y eso sí, se le ponía una cara de melancolía y profunda tristeza cada vez que se conectaba con la casa y veía como celebraban una fiesta hawaiana, como remaba su Carlitos con gorrito de marinero y como «rajaban» sus ex compañeras sobre los temas más candentes de los últimos días, el «trio» Carlos, Loli y Gisela, y lo de Julito y Almudena.
Aunque Gema dice que está feliz de que al menos siga en la casa su marido y que él pueda vivir el sueño que le hubiera gustado vivir a ella, se la notaba muy rara. Confirmó de nuevo que tanto a ella como a Carlitos les encanta Orlando y reiteró que ella se llevaba «genial» con todos menos Iván, una persona con la que dice que tampoco tendrá nada que decirse cuando le expulsen.
También quiso dejar claro Gema que no se arrepiente de nada, ni siquiera de las broncas que tuvo con su marido, y no habló de lo que le haya podido decir su suegra, después de salir de la casa.
