(PD).- Katrina Darrell acaparó buena parte del protagonismo en las pruebas del pasado martes, que daban inicio a ‘American Idol’, el Operación Triunfo de estados Unidos. Interpretó sin pena ni gloria un tema de Mariah Carey (‘Vision of love’), pero revolucionó el espacio con la innovación de su vestuario o, en este caso, ausencia de éste.
Así lo cuenta Eduardo Fernández en EL Mundo. Darrell se presentó ante el riguroso jurado en tacones y bikini, aunque llevaba, eso sí, el dorsal correspondiente. El sector femenino del jurado, al borde de la indignación, la ‘suspendió’, aunque los miembros masculinos dieron su total aprobación a su paso a la siguiente fase.
Preguntada por su atuendo, que había lucido en la larga cola junto a miles de aspirantes, Darrell explicó: «Vine vestida en bañador a ‘American Idol’ porque, lo primero de todo, imaginé que me diferenciaría de la multitud, y en segundo lugar porque oí que era un proceso muy loco y pensé que, por lo menos, me pondría morena».
El jurado reaccionó de todas las maneras posibles: alzando las cejas, arrojando papeles al suelo, vitoreando con los brazos en alto… La concursante en potencia consiguió que 30 millones de espectadores la vieran en acción.
Para rematar sus 15 minutos de gloria, cuando el veredicto dictó que continuaría en el programa, dio varios saltos, giró para que no pasara desapercibido ningún rincón de su anatomía y besó en la boca a un presentador que la esperaba fuera, con el que, aseguraba, pensaba tener hijos.
Su fama ya es tal que teclear su nombre en Google genera más de 1.000.000 de entradas. Incluso circula por la Red el debate sobre por qué hay imágenes de Darrell en la cola en las que aparece con el pelo rubio y, sin embargo, cuando está ante el jurado luce una cabellera morena. La explicación se resume en que hubo dos pruebas en Phoenix, Arizona. Y en ambas optó por el mismo modelo.
