(PD).- Daniela, la stripper que se hizo famosa con su «bolo» en la cárcel de Picassent en la fiesta de Año Nuevo, se ha convertido de la noche a la mañana en un personaje famoso y reclamado por varios medios. Pese a que sólo lleva un año dedicándose a este trabajo, con una sola actuación, y encima en una cárcel, ya es un auténtico boom.
Era un escenario especial y un público también peculiar formado por trescientos presos preventivos que por lo que cuentan se comportaron «de fábula», publica elsemanaldigital.
«Aplaudieron, me piropearon e incluso vinieron al camerino a pedirme besos y a darme las gracias», asegura Daniela en el reportaje que le dedica la revista Interviú. La bailarina de striptease ha tomado la decisión de no aceptar las ofertas de las cadenas televisivas pese a que le llueven las ofertas.
Madre de un hijo, no quiere que todo este asunto le perjudique y que su imagen aparezca en programas como DEC, de Jaime Cantizano, en el que sólo intervino vía telefónica el pasado viernes. Pero lo de la revista era un caramelo demasiado goloso.
A todo esto, Instituciones Penitenciarias ha dado ya carpetazo al caso del striptease con leche condensada, una noticia que ha saltado a los titulares de periódicos del resto de Europa, de Argentina y de Estados Unidos.
