Mario Conde: «Llevo 4.000 o 5.000 euros en el bolsillo… por si acaso»

Mario Conde
Mario Conde

Mario Conde se convirtió en el hombre más admirado y, a la vez, el más criticado de la España de los años 80 y 90. Sin embargo, poco le duró esa vida de brillantez y un día de los santos inocentes pasó a convertirse en la encarnación de todos los problemas financieros del país. Desde entonces su nombre siempre ha estado rodeado de polémica.

Este sábado, en La Noria de Telecinco, quien fuera presidente de Banesto y el hombre más admirado de España, ha comentado que -«como español»- se siente «contento por la dimisión del ministro Bermejo.

Y no atribuyó su alegría al papel que el ex ministro -siendo fiscal- jugo en amargarle la vida y mantenerle encerrado cuando el juez le otorgaba el tercer grado, sino por la incapacidad de Bermejo para resolver el conflicto con los jueces.

En una larga entrevista, que le hizo Jordi González, un reflexivo mario Conde no rehuyó ninguna cuestión e hizo gala de su habitual ironía.

El que fuera presidente de Banesto explicó que ahora se dedica a algunos negocios, «como el aceite, material de construcción y cosméticos».

Conde habló también de un tema que ha salido a la luz pública en los últimos días: la relación de la muerte de su mujer con la actitud del entonces fiscal jefe de Madrid, Mariano Fernández Bermejo, que le denegó el tercer grado por el caso Argentia Trust, por el que fue a la cárcel en 1998.

Sobre este asunto, Conde reconoció que a su mujer le afectó mucho cuando le quitaron el tercer grado:

«Me hago una reflexión: la relación que hay entre las alteraciones emocionales con los tumores. Y ella murió hace dos años de un tumor».

«Me alegro de la dimisión de Bermejo como ministro de Justicia. Básicamente por no saber gestionar una huelga de jueces. Lo de la cacería es una anécdota».

«Este hombre tuvo una actitud sectaria conmigo. La Audiencia Provincial ya reconoció que fue muy injusto».

Cuando Jordi González leyó el mensaje de una espectadora, que le preguntaba cuanto dinero llevaba en ese momento en la cartera, Conde tiró de sinceridad y pronunció la frase del mes:

«Llevo en el bolsillo 4.000 o 5.000 euros… por si acaso tengo que utilizarlos».

ENTREVISTA COMPLETA: LA CÁRCEL, AZNAR Y EL RENCOR

Mario Conde volvió a subirse a La Noria para desmentir, entre otras cosas, las informaciones de Antena 3, que aseguran que se encuentra hundido. En la entrevista, que reproducimos íntegra, acusa a Jose María Aznar de promover la comisión de investigación del caso Banesto que acabó con su carrera y su ingreso en prisión.

Razones para aceptar la invitación a La Noria

El año pasado vine porque me dijiste una frase muy importante. Leíste algo que dije sobre superar el dolor por perder un ser querido y me dijiste que eso había ayudado a mucha gente, por eso acepte. Pensé que era la última vez que iba a hablar de algo tan tremendamente doloroso para mí, y de eso es de lo único que hoy no voy a hablar.

Llevo 20 años diciendo que los políticos no deben monopolizar el debate social, que debemos participar. Ahora vivimos un momento de crisis de valores. He tenido una vida extrema, conozco el poder, la prisión, el sufrimiento. Entiendo algo de la vida y algo de la muerte. Por eso tengo que opinar después de tanto tiempo pidiéndolo es casi una obligación.

Jordi: ¿De qué vives?

De los restos del patrimonio familiar. Un negocio que empezó de cero: el aceite. Por cierto, se ha dicho en otra cadena que estoy muy mal, y no es así porque tomo mucho aceite. Tenemos además una heroicidad que es de material para la construcción, que tal y como están las cosas… Y también un negocio de aloe vera, de cosmética, y otras cosas sobre propiedad inmobiliaria.

Jordi: Se ha dicho que estás muy mal, y que siempre vas en chándal

Sí, que después de tanto tiempo en la cárcel, yendo en chándal, pues ya iba siempre así. Y fíjate que yo en la cárcel me negué a ir en chándal. Había días que usaba corbata porque esa era una forma de oficina. Decían que estaba tan hundido que tuvieron que llamarme la atención porque llevaba la bragueta abierta. Yo no conozco un chándal con bragueta.

Jordi: ¿En qué te ha cambiado ser abuelo?

Mucho. Mi nieto es una joya, no tan guapo como su madre, mi hija, pero un fenómeno. Tiene dos años camino de tres. Me ha enseñado cómo va lo de los afectos. Le quiero entrañablemente. No a base de robar cariño, robar a mis hijos. Vas acumulando capas de cariño como en un DVD, y al darle al play funciona tu vida. Pero lo vivo con un punto de tristeza porque hay alguien que no puede estar con él.

Sobre sus hijos

Me perdí la infancia y ellos se perdieron la paternidad. Es una cuestión que me atormenta. En la época del banco salía muy pronto de casa y volvía muy tarde. Los fines de semana había gente. No he cumplido bien la asistencia a mis hijos, pero sí en transmitir un valor de conducta.

Jordi: ¿Lo han entendido?

Sí, porque lo han vivido de cerca. Eran muy jóvenes. Yo estuve 5 años para licenciarme en derecho, 2 para convertirme en abogado del estado, 5 en la industria farmacéutica, 6 en la banca y 14 relacionados con ser preso. Es mi mayor experiencia: la prisión.

Son jóvenes pero maduros. Yo ya tengo tiempo para írselo explicando. Pero no quieren saber más allá sobre conspiraciones pero tienen claro lo que ha hecho su padre.

Bermejo intervino para que le denegaran el tercer grado

La historia es cierta. A mi me encarcelaron, gracias a Lourdes conseguí que la justicia suiza enviará a España una información diciendo que ni una peseta había estado en mi bolsillo. En el 98 me dieron el tercer grado. El juez estaba de acuerdo. Salí. Era agosto y mediáticamente tuvo una dimensión enorme. Hay una anécdota: yo estaba viendo la tele en la cárcel, en la prisión puedes tener tele si tienes dinero, y hablaban de un affaire entre el presidente Clinton y una tal Mónica. A pesar de eso, la primera noticia fue que yo salía de prisión.

El fiscal general hizo unas declaraciones exageradas. Volví, y el director de la prisión me dijo que había hablado con el juez y que tenía el tercer grado. Y me lo quitaron, me dijeron que por presión. Yo llamé a Lourdes y se lo conté y me dijo: “Si esto es tan de ley y nos lo quitan, qué esperanza tenemos”.
¿Qué importancia tienen las alteraciones emocionales en la aparición de tumores? No hay evidencia científica. El Dr. Hammer ha explicado la relación. Yo preferiría que no existiera relación porque entonces algo habré tenido yo también de culpa. Esta es una de las reflexiones de mi vida.
Lo que hizo entonces el fiscal general era injusto y la Audiencia Provincial de Madrid lo dijo. Pero no le imputo la muerte de mi mujer.

Jordi: ¿Te alegras de su dimisión?

Como español sí. No ha sabido gestionar la huelga de jueces. Lo de la cacería es anecdótico. Como Mario Conde me parece que tuvo un comportamiento sectario, pero fue conmigo.

Nieves Herrero: ¿Tuvo tu historia de amor con Lourdes un final feliz?

Lourdes ha muerto con pocos años, eso no es un final feliz. Hay formas de mirarlo. Ya dije que soy un privilegiado por extra tantos años con una mujer tan magnífica. El trozo de espíritu que se encarnó en ella era fantástico, maravilloso.
Dentro de nada hace dos años de que murió. Lo he pasado muy mal hasta que entendí que su recuerdo está en mi vida. Cuando me preguntan si la recuerdo digo que no puedo recordarle, porque nunca la he olvidado. Gracias a entender eso puedo seguir viviendo y queriendo.

La noche de la entrevista del año pasado llegué a casa, porque este programa acaba muy tarde, y la gente ya había localizado esos versos, ya me decían que era de un tango. Y al día siguiente recibí un CD con el tango. Poco después recibí otro de un cura de Navarra. El tango es bonito pero me gusta más como poesía, tiene más ritmo.

Conferenciante en la cárcel

Lo más importante fue… cómo es la vida, hacía nada que salía de la cárcel como un atillo y ahora regresaba desde la libertad. La vida te enseña muchas cosas. Y nadie de Instituciones Penitenciarias puso pegas a nada, nadie me coartó, y hablar para lo presos es peligroso porque si yo incito a los presos a que se levanten…

Yo sé cómo es la cárcel. Sólo quieres oír la palabra libertad. Y desde atrás me gritaban “¡tú si que sabes! Yo sé lo que es que te rompan la rutina de la prisión. Cuando se habla de la cárcel hay que saber que no es un sitio para quedarse. El mundo de la prisión hay que saberlo vivir. Y el chico que salió el otro día, que se había tomado algo, cuando decía que te ve un psicólogo al llegar y nada más es verdad.

Jordi: La cárcel no ha podido contigo

Estamos hablando después de 14 años. Eso no estaba en el guión. Yo podría haber muerto porque están los llamados ‘los 30’ que por acumulación de delitos ya no pagan más. Te puedes suicidar. Leí que tenía tentaciones pero yo lo que quería era sobrevivir.
Puedes tener tal choque emocional que altere tu equilibrio inmunológico y mueras. Mariano Rubio, que no era santo de mi devoción y yo tampoco de él, ingresó en prisión injustamente y estuvo 15 días y murió prematuramente. Y hay más casos.
No es tan descabellado. Viniendo de la supuesta gloria a la supuesta miseria podía ocurrir. Fue muy duro pero me propuse salir y salir bien.

Yo ingreso viernes. El jueves por la tarde el magistrado me dijo que volviera el 8 de enero. Eso era como decir que me ponía en libertad. Nuestra querella estaba bajo secreto de sumario. Al día siguiente sale entera en un periódico nacional y el juez me llamó y dijo que había que seguir con los interrogatorios.

Cuando se presentó la querella yo reuní a mis padres, mis hermanos, mi mujer y mis hijos y les dije que me iban a meter en la cárcel. Estábamos preparados. Era Nochebuena, eso tenía más carga emocional. La recuerdo. Hacía mucho frío. Fue el momento más emotivo porque yo había peleado para controlar mis emociones pero abrí la ventana y entró un aire frío, un aire que olía a libertad.

Jordi: ¿Dormiste esa noche?

Como un bendito.

¿Sin drogas?

No, yo no tomo nada. El director me dijo que cuando viera el sitio iba a tener un shock emocional. La celda era chiquitita, hacían un frío que te morías. Puse una silla con un cenicero y me dormí. Del retrete salía olor a lejía. La cárcel tiene olores muy especiales. Me quedé a duermevela. Pasaron por mi mente algunas imágenes de mi vida. Llegó el alba y me puse a escribir. Estaba tranquila.

Jordi: ¿Quién se benefició?

Yo sobre el pasado lo que me importa es que sirva para el futuro. La intervención fue un hecho insólito. Cuando ves lo que hoy está pasando en los bancos ves que algo raro pasó. Cuando los bancos tienen problemas lo importante es que no se sepa y se les da ayuda. Es lo lógico. En el caso Banesto se hizo lo contrario: se dio publicidad, se creó una comisión, etc.

Quien promovió la comisión de investigación fue el señor Aznar, no el presidente del Gobierno. ¿Por qué temía interés en abrir una comisión al Banesto cuando hoy no lo quiere?

Jordi: “Una señora pregunta cuánto dinero lleva en la cartera”

Mucho. Cuatro o cinco mil euros. Siempre llevo mucho dinero, por si acaso.

Su encuentro con un preso etarra

Era en el tercer encierro. Yo trabajaba en el departamento de ingresos ayudando a tramitar papeles. Un funcionario me dijo que venía un extraditado de ETA, que yo le hiciera la foto. Entré y en la pared había un tipo alto, bien plantado. Intenté darle conversación y, muy frío, me dijo: “Yo dirigí el equipo que hizo el trabajo sobre usted”. Le dije que me contara y me explicó que lo pararon porque me metieron en la cárcel. No volví a verle. Me impresionó. Una cosa es saber que puedes ser objetivo de ETA y otra distinta que un señor que te mira a los ojos te lo diga.

Vende la farmacéutica por 12 mil millones de pesetas

No eran 12 mil, eran 13 millones y medio. Me hace gracia lo del pelotazo. ¿Qué es un pelotazo? A mi no me ha tocado nada en la tómbola. Yo estudiaba 14 y 15 horas. Trabajé como un bárbaro. Conseguí que la empresa ganara mucho dinero pero no me tocó en una tómbola, lo trabajé yo. Aunque la suerte también cuenta.

(Se emite un fragmento de una antigua entrevista al banquero por parte de Julia Otero)

Un poco chulito, arrogante, se ve que la vida me ha enseñado.

Jordi: ¿Te lo tenías creído?

Es difícil no tenerlo cuando todo el mundo te hace la pelota. Hoy el problema es que la gente sale de la universidad y lo máximo que tiene es un subempleo. Nuestro modelo de sociedad ha fracasado y hay un nivel de paro insoportable.

Me la he cargado porque he dicho que llevo tanto dinero. Lo he dicho porque lo llevo. Pero lo que más me molesta es que me han dicho en publicidad que me pueden atracar. No me gusta vivir en un país así. Por cierto, el reloj igual vale más, es un reloj que le compré a Lourdes.

Se convierte en un referente

En España había cierta fascinación por la banca, pero para ser banquero había que pertenecer a una de las familias o al establishment. Juan Abelló y yo no pertenecíamos a ese círculo. Además, Banesto tenía imagen de antiguo. Demostré que se podía llegar siendo nadie, como yo. Yo creí que era una oportunidad de abrir ese mundo, pero cuando nos reunimos con Mariano Rubio para decirle que íbamos a comprar acciones nos dijo que no.

Luego se planteó una OPA que me tocó defender y se vivió como una epopeya. Se ganó y eso me convirtió en un emblema mediático. Yo tenía 39 años.

La difícil vida del banquero

Cuando vivía bien era en antibióticos. Trabajaba mucho pero vivía mejor. Un banco tiene mucha responsabilidad, el sistema financiero es endeble y tus opiniones pueden tener dimensión política.

Yo llegaba al banco a las 8 y me iba como pronto a las 12 de la noche. Hay un momento que me siento cansado pero firmamos con el mayor banco del mundo que pone como condición que yo siga al frente y firmo 5 años más. Pero yo vivía muy mal.

Supuesto ofrecimiento al Rey

Es rotundamente falso y ridículo que yo me ofreciera al Rey como alternativa política porque había firmado 5 años más con Banesto.

En las quinielas políticas me metían a mí. Venían a mi despacho y yo siempre decía que tenía contrato con Banesto.

¿Qué es eso de ofrecerse al rey? Como si él tuviera algún poder en la Constitución.

Premoniciones de crisis

Yo ya advertí que el culto al mercado nos podía llevar a situaciones límite. Ya lo dije en el Vaticano. Y esas premoniciones las estamos viendo.

Yo formaba parte del entramado pero advertí. La crisis que nos toca vivir es muy seria. Es una crisis financiera, económica y de valores. Pero algo bueno vamos a sacar y es que dejaremos de lado el individualismo para sentirnos parte de una comunidad.

Hay que redistribuir la riqueza, si no se crea una tensión en la sociedad que puede estallar en cualquier momento.

La crisis no la han provocado los empresarios sino los bancos que han dejado de prestarle dinero a los que antes casi se lo regalaban. Y las ayudas que se dan a la banca no están llegando a los españoles.

Nuestra economía estaba basada excesivamente en la construcción. Todos hemos contribuido a la especulación y entre todos debemos salir de la crisis.

Su relación con Don Juan

Es una tontería que se comentara que tenía amistad con Don Juan para acercarme al Rey. Yo a don Juan Carlos sólo lo había visto dos veces y un día me invitó a desayunar a Marivent.

Don Juan decía que yo era como un hijo para él. Yo le trataba con sinceridad, nos hemos reído, hemos navegado… pero nunca hablábamos de política.

Cuando estaba a punto de morir me llamó el rey y me dijo: “Dice papá que vayas”. Estaba en Navarra ingresado pero entró en coma y no llegué.

A don Juan le dí cariño sinceridad y agradecimiento. Fue un honor convivir con alguien que es un trozo de historia.

Cuando murió Lourdes el rey fue el primero en llamarme. No sé cómo se enteró pero se lo agradecí muchísimo.

¿Chantajeó al monarca?

Si De la Rosa hizo o no chantaje no lo sé, lo que quedó claro es que yo no estaba metido en eso.

Defraudado por Felipe González

No tengo miramiento en decir que en el 82 cuando Felipe González ganó las elecciones yo me sentí contento. En España había una asignatura pendiente, y yo lo hablaba con mi padre, que ganara la izquierda sin causar un trauma nacional, sin quemar iglesias ni perseguir curas. Con diálogo.

Yo voté ese cambio y cuando llegué a Banesto noté una oposición del sistema, no directamente del presidente.

Mi relación con él era cordial. El mismo día en la intervención tuvimos una conversación que no puede negar. Yo le pedí una reunión para explicar la situación de Banesto y si luego seguía pensando que era necesaria la intervención que le ayudaría. Él me contesto: “No es eso. Hazle caso al gobernador. Me voy al dentista.” Yo creí que teníamos una buena relación.

Volví a hablar con él cuando me enteré de que había sido investigado por los servicios de inteligencia. Me sentí defraudado. No le tengo manía. Es un hombre muy importante en la historia de España y que me haya defraudado personalmente no le quita ningún mérito.

Sobre Aznar

Como presidente de España le respeto. Fue el que pidió una comisión para el caso Banesto. Con Rajoy de presidente no hubiera pasado porque es más equilibrado y tiene más respeto.

La agresividad viene de algunas personas cercanas al señor Aznar, no del PP, sería injusto decirlo.

El Mundo publica que se arrodilló ante Alfonso Guerra

Me lo tomo a broma. Ni lo había leído, me llamó un amigo, lo vi y escribí de broma a Pedro J porque me pareció de chiste.

Es verdad que tengo simpatía por Alfonso Guerra. Una vez en el Ave, ya con la intervención, se sentó a mi lado y me dio algunas claves que no voy a desvelar.

Tengo una pequeña participación en una editorial y se me ocurrió que podíamos publicar una serie de conversaciones entre él y yo. Casualmente me lo volví a encontrar en el Ave y me acerqué a él.

Jordi: ¿Con genuflexión?

Sí, me tiré al suelo. No, él estaba sentado y me agaché. Lo vi ridículo y escribí una carta al periódico que, por cierto, no publicó entera, le quitó la última frase.

Sobre su imagen pública

En la época de Banesto había un estereotipo, de chulito, nunca me reconocí pero algo habría de mí.

¿Qué si me gusto? No está mal. Fui el primero de mi promoción, abogado del estado muy joven, presidente de Banesto…

Ha habido una constante en mi vida que se durmió en la época del banco. He salido de la cárcel sin rencor, sin un miligramo de odio, con agradecimiento.

Nunca he tenido problemas con la gente. Ya en 1994 hubo una encuesta sobre si había un interés político tras el caso Banesto y la gente pensaba lo mismo.

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