La Sexta ha ido un paso más allá. Ha innovado la «trampa» en el típico programa nocturno de llamadas. Ahora, para sacarle dinero al incauto o aburrido que telefonea a la cadena sin saber muy bien que la factura le saldrá por un pico, no se limitan a alargar las preguntas y la participación del penitente.
Ponen una tía en biquini al lado del cuestionario, hacen que mueva mucho las tetas y así suben un poco la audiencia y la recaudación.