Es el testimonio de Mariano Revilla (Subdirector de producción y de operaciones de la Cadena Ser hasta hace unas fechas), técnico de sonido en 1981 que gracias a un heroico gesto en el que se jugó la vida pudo retransmitir la entrada de los golpistas en el hemiciclo en la conocida como noche de los transistores. «Nos apuntaron con fusiles en el escaño para que dejáramos de grabar, pero yo seguí pensando que lo que allí ocurría había que seguir contándolo», explica Mariano.