A Amit Patel, un médico que perdió la visión hace cinco años, le acompaña siempre su perro labrador guía Kika. Los dos van juntos a todas partes y entraron en el metro de Londres porque se habían empapado tras una lluvia torrencial.
Cuando Patel solicitó que le cedieran uno de los asientos reservados para invidentes o discapacitados físicos, los pasajeros que iban en el vagón le ignoraron ante la impotencia del hombre.
Amit Patel, un cirujano que quedó ciego a causa de un desprendimiento de córnea, ha perdido ya la cuenta de los problemas que tiene cuando toma el metro en Londres. Patel está habituado a ser víctima de incidencias cuando viaja en transporte público, tales como los golpes que se producen en las carreras por subirse al vagón o los pisotones que sufren él y su perra guía Kika. Sin embargo, el último suceso ocurrido en los túneles de la capital inglesa provocó las lágrimas de Patel ante su impotencia
Dad had to stand with his back against the doors whilst trying not to slip & I was sliding all over the place as the floor was wet. Have some humanity people! @GuidedogsLondon @GuidedogsLondon @Se_Railway @transportforall pic.twitter.com/aXZ8wQbFi2
— Kika ?? (@Kika_GuideDog) 27 de marzo de 2018
El médico y su guía se trasladaban a pie cuando una lluvia torrencial les obligó a refugiarse y desplazarse en metro. Patel, que conocía que el último vagón del convoy tiene asientos reservados para discapacitados, fue con Kika hasta allí y preguntó si había asientos libres. El hombre repitió la pregunta en varias ocasiones, pero los pasajeros le ignoraron dando el silencio como respuesta, tal y como recoge Exclusiva Digital.
«Las personas pueden ser tan egoístas, que fingen que no pueden ver ni oír cuando pregunté si había un asiento disponible»
Escribió el médico en su cuenta de Twitter. Patel no pudo reprimir las lágrimas al sentir la «humillación» de creerse «inútil» porque su perra, un labrador, se deslizaba en el vagón debido a la lluvia caída y le pisaban continuamente la cola. «La vida ya es lo suficientemente difícil», sentenció Patel.
El disgusto de Patel se debió priciplamente a no poder ayudar a Kika, quien cuida de él «todos los días». En esta red social, el médico cirujano también comentó que «lamentablemente, ser ignorados al pedir un asiento es el pan que comemos cada día». Patel quiso terminar el asunto animando a sus seguidores a pensar más en los demás, ya que «un pequeño acto de bondad podría haber cambiado completamente la situación».
