Shane McConnell, un chaval de 12 años, caminaba junto a su padre Jim, de 56 años, y a su madre Debbie, de 48 año por un muelle en Bimini (Bahamas), cuando de pronto cayó al mar.
El joven intentó salir rápidamente a tierra firma pero fue atacado por un tiburón toro recibiendo feroces mordeduras en sus pies que necesitaron 53 puntos de sutura.
Enseguida fue trasladado a un hospital donde recibió atención médica en la espantosa herida que tenia, siendo necesario aplicarle 20 inyecciones de anestesia para poder realizar el «costurón» que suturara el enorme desgarro, labor que llevó mucho tiempo, según informa Exclusiva Digital
McConnell le dijo a WVSN:
«Realmente no me di cuenta, pero tenía un gran agujero en el pie que estaba desgarrado por los lados.»
Su madre aún horrorizada dijo: «Sigo pensando qué podría haber pasado lo peor. Pudo haber perdido sus pies, o haber muerto desangrado».