No corren buenos tiempos para la Casa Real española. Al ingreso en prisión de Iñaki Urdangarin para cumplir la sentencia del caso Nóos, se suma el escándalo desatado por los audios que ha filtrado el comisario Villarejo de la princesa Corinna hablando del rey emérito Juan Carlos I.
Este clima de tensión y nerviosismo entre los integrantes de la monarquía española, y que solamente sabe llevar con dignidad y honor el rey Felipe VI, hombre sin macula que está desempeñando su función de manera exquisita, está afectando a todos sus demás miembros, como ha sido en el caso de la infanta Elena en su última aparición pública.
La hija mayor del rey emérito era una de las participantes del Concurso de Saltos Internacional de Casas Novas, en Galicia, y aunque la hípica es probablemente su deporte favorito, lo cierto es que no terminó siendo un buen día para Doña Elena, a juzgar por lo que sucedió.
Según revela el portal LOOK, y recoge Exclusiva Digital, la duquesa de Lugo se mostró muy nerviosa prácticamente desde el momento en que llegó a las instalaciones del club hípico y se dio cuenta de la presencia de fotógrafos.
Con el fin de no ser fotografiada, no dudó en encararse con la prensa acreditada oficialmente para espetarles con malos modos: «Ya está bien, ¿no?»
Al no conseguir su objetivo, acudió a los miembros de seguridad del evento, para que le ayudasen en su tarea de no salir en ninguna fotografía, a pesar de ser un torneo deportivo de carácter público. Incluso llegó a preguntar a la prensa la tontería de que ¿por qué le hacían fotos?.
Pues Infanta se lo vamos a decir nosotros, porque usted es la hermana del Rey, es hija de rey, y desde que nació es objeto y objetivo de los flashes, es lo que tiene tener sangre azul. No todo iba a ser prebendas