El presidente prevé explorar con Díaz vías para reducir el efecto del portazo que dio hace un mes a la financiación autonómica, cuyo nuevo reparto entre regiones descartó hasta 2021. Andalucía es junto a la Comunidad Valenciana una de las regiones más perjudicadas por la falta de actualización del modelo de financiación, atascado desde 2014. Y después de que el pasado invierno Díaz pusiera todo su empeño y esfuerzos para lograr que Andalucía tuviera una voz única para reclamar 4.000 millones más al año y así financiar mejor su sanidad y educación, hace un mes Sánchez frenó en seco dicha aspiración al posponerla hasta 2021 como mínimo.