Paul Bashi, un culturista de 35 años, fue arrestado por la policía en Michigan por intento de asesinato tras golpear de manera brutal a su novia y apuñalarla, dejándola en coma
El individuo permanece en la cárcel a la espera de sentencia y las autoridades han puesto una fianza de 5 millones de dólares si quiere estar en libertad mientras es juzgado.
Según los videos a los que tuvieron acceso los investigadores, todo empezó cuando Bashi miró el teléfono móvil de su novia, Kirstina Perry de 22 años, y vio algo que lo enfureció.
De pronto Bashi corre con el rostro desencajado hasta donde está ella y comienza a golpearla con cualquier objeto que encuentra en su camino. En las violentas imágenes se ve al corpulento agresor pegarle puñetazos, patadas y golpearla con candelabros y otros objetos, según informa el diario Daily Mail.
La Policía determinó que la joven recibió más de 100 golpes y apuñalada de forma multiple. «Él viene y va varias veces con diferentes cuchillos», dijo Pam Mclean, investigadora del caso, quien afirma que el video es demasiado violento.
En las imágenes también se ve cómo Bashi entra y sale de la habitación continuamente mientras su novia está tendida herida en el suelo. «Él está en otra habitación, abriendo cajones y sacando cuchillos», explica Mclean.
A pesar de su furia y violencia, el agresor no intercambia ni una palabra con la joven. «Ella estaba tirada en el suelo. No peleó, no se defendió, no se movió», afirmó la investigadora.
Según recoge Exclusiva Digital, los vecinos fueron quienes inmediatamente llamaron a la policía. La mujer fue llevada por los servicios de Emergencia a un hospital, donde permaneció varío días en estado de coma.
Paradojas de la vida y algo que por desgracia sucede con demasiada frecuencia en este tipo de agresiones, Perry, que no perdió la vida de milagro, no quiso que su novio fuera a prisión.
Tras su recuperación, se presentó como testigo en el juicio y pidió que levantaran los cargos contra Bashi.
«Ella le dijo al juez que quería al defendido fuera de la cárcel y que lo que pasó fue por su su culpa», cuenta Eric Smith, uno de los fiscales del caso, quien añade que no le sorprendió el pedido de Perry.
«Nuestra oficina trata unos 2500 casos de violencia de género por año, y en un 60 por ciento las víctimas cambian su versión o simplemente no se presentan a corte», explica Smith.