LAS PIFIAS DEL DIRECTO DEL REPORTERO DE TELEVISIÓN

Reporteros: cuando la noticia sucede justo detrás y tu noticia no vale un comino

A los periodistas, vanidosos como son, les gusta repetir que el Periodismo es ‘una profesión de riesgo‘.

Puede serlo en ciertos contextos, especialmente en áreas donde la libertad de prensa es limitada o en zonas de conflicto.

También es cierto que los periodistas a menudo enfrentan peligros físicos, censura, intimidación, amenazas e incluso violencia.

Pero no exageremos: hay otras profesiones mucho más peligrosas.

Unos ejemplos:

  1. Trabajadores de la construcción: Los trabajadores de la construcción están expuestos a una variedad de riesgos, incluyendo caídas desde alturas, accidentes con maquinaria pesada, exposición a sustancias peligrosas y colapsos estructurales.
  2. Bomberos: Los bomberos enfrentan peligros extremos al combatir incendios y rescatar personas en situaciones de emergencia. Están expuestos al fuego, el humo tóxico, los derrumbes y otras condiciones peligrosas.
  3. Mineros: Los mineros trabajan en ambientes subterráneos y a menudo están expuestos a explosiones, derrumbes, gases tóxicos, enfermedades relacionadas con la minería y condiciones físicas extremas.
  4. Personal militar y fuerzas de seguridad: Aquellos que sirven en el ejército, la policía y otras fuerzas de seguridad a menudo enfrentan riesgos significativos, como combates, ataques enemigos, explosiones, actos de terrorismo y lesiones relacionadas con el entrenamiento.
  5. Pilotos y tripulación de vuelo: Los pilotos comerciales y la tripulación de vuelo enfrentan riesgos asociados con accidentes aéreos, turbulencias, exposición a altitudes extremas y enfermedades relacionadas con la aviación.
  6. Trabajadores de emergencias médicas: Los paramédicos y personal de ambulancia están expuestos a situaciones de alta presión, emergencias médicas críticas, accidentes automovilísticos y exposición a enfermedades infecciosas.
  7. Trabajadores en altamar: Los pescadores comerciales y otros trabajadores en la industria marítima se enfrentan a peligros como tormentas, naufragios, condiciones climáticas extremas, ahogamientos y lesiones relacionadas con el trabajo en barcos.

REPORTEROS Y DESPISTES

Lo que se ve en el vídeo tiene como escenario Norridgewock, un pueblo de Maine, en EEUU.

Lo protagoniza una reportera de la cadena local News Center,

Samantha Sugerman estaba esperando para entrar en vivo en el noticiero, cuando escuchó un choque detrás de ella.

Lo de Samantha era la inauguración de un puente dedicado a Eugene Cole, un ayudante de alguacil que había fallecido un año antes en el cumplimiento de su deber.

Y de repente, un vehículo de cuatro ruedas aparece detrás de ella y vuelca, tirando a los pasajeros al pavimento.

El pasmo de la joven periodista es antológico: interrumpir su reportaje y pregunta a los chicos si están bien.

Los chavales, un poco conmocionados, se levantan y siguen su camino.

News Center Maine asegura que la Oficina del Sheriff del condado de Somerset dice que no hubo informes de personas lesionadas en un vehículo todo terreno en el hospital local, por lo que asumen que todos están bien.

Y del puente y su inauguración, nada de nada.

Lo del directo en televisión siempre entraña riesgos.

Con tantas horas de emisión y esa enfermiza obsesión por llegar al público antes que la competencia, raro sería no encontrar gazapos de los presentadores, los reporteros y los técnicos.

En ocasiones, se convierte en un ejercicio casi imposible pronunciar palabras simples o conseguir que una conexión informativa funcione.

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