Leonardo da Vinci es la representación del hombre renacentista en su máximo exponente, un auténtico genio en numerosos campos, particularmente en el de la pintura.
Pero ¿podría haber influido en su genialidad el hecho de haber sido bizco?
Según sugiere el neurocientífico ocular Christopher Tyler, Leonardo padecía un tipo de estrabismo que favoreció su actividad como artista.
Tyler observó varios retratos de da Vinci y descubrió un patrón general en ellos sacando la conclusión de que el izquierdo de Leonardo da Vinci tenía una ligera desviación.
El experto sugiere que se trata de una exotropía o estrabismo divergente, lo cual hace referencia a un tipo de desviación temporal, tal y como se puede apreciar en el Salvator Mundi, una pintura creada por Leonardo para el rey de Francia sobre el año 1500 y que fue redescubierta en 2005, y posteriormente restaurada, e incluida en 2011-2012 en una importante exposición del artista en la National Gallery de Londres.
Concretamente, el neurocientífico examinó dos ilustraciones, dos esculturas y dos pinturas al óleo; dentro de las cuales se encuentra un autoretrato, el San Juan Bautista, y el Hombre de Vitruvio.
Además analizó las obras de otros artistas que, se considera, utilizaron a Leonardo como modelo, entre ellas las estatuas Juan Bautista de su amigo Benedetto da Maiano y Joven guerrero de Andrea del Verrocchio. Estas esculturas presentaban -10,3 grados de desviación media en el alineamiento del ojo izquierdo.
De acuerdo a un reciente informe que la revista médica JAMA publicó:
«La convergencia de pruebas lleva a la sugerencia de que da Vinci tenía una exotropía intermitente con la capacidad resultante de cambiar a la visión monocular, lo que tal vez explicaría su gran facilidad para representar la solidez tridimensional de las caras y los objetos en el mundo y la distante profundidad-recesión de las escenas montañosas»
