SALUD

El estrés y la ansiedad ayudan a que las personas procesen mejor las malas noticias

Estas emociones te ayudan a advertir riesgos y abordar situaciones de peligro de manera eficaz

El estrés y la ansiedad ayudan a que las personas procesen mejor las malas noticias
Susto, enfado, mala noticia. YT

Una investigación científica publicada por el portal Science Daily, que las personas que se encuentran en estado de estrés o de ansiedad se enfrentan a las situaciones de peligro con más efectividad que quienes no lo están que priorizan las informaciones positivas para aislar a las malas noticias (La falta de estrógenos puede aumentar el riesgo de ansiedad y de problemas de memoria).

Recientemente la revista Journal of Neuroscience ha publicado un estudio elaborado por investigadores adscritos al University College de Londres (Reino Unido) interesados en resolver las incógnitas planteadas desde la desigualdad que se establece con los prejuicios del hombre, siempre tendientes a evitar creencias negativas lo cual podría provocar que se subestime determinados riesgos (Carmen Borrego: «No se si la operación de papada tiene efectos secundarios, pero yo sufro ansiedad y pesadillas»).

Para hacer más objetivo el estudio, los investigadores seleccionaron a 35 personas en dos grupos: a unas les encargaron que al final de la prueba pronunciaran un discurso sobre un tema sorpresa ante un jurado, mientras que al segundo grupo les ofrecieron tareas sencillas que serían desarrolladas una vez se considerara el momento propicio (La web que te avisa de escenas que provocan ansiedad).

La tarea consistía en estimar las probabilidades estadísticas de sufrir originales realidades peligrosas, desde un robo a un accidente de circulación o un fraude con tarjeta de crédito. Una vez planteada la situación, los investigadores les revelaron los verdaderos niveles de riesgo en cada caso y les pidieron que valoraran la posibilidad de convertirse en víctimas de cada caso.

Tras esto, se comprobó que el primer grupo entró en estado de estrés elevado en comparación con los integrantes del segundo equipo, todo bajo mediciones de conductividad en la piel por medio de sensores especiales y encuestas simultáneas a ambos equipos participantes.

Así, estos estudiosos del comportamiento humano patentizaron que las personas en estado de relajación priorizaron los datos positivos y desestimaron los riesgos, fueron más optimistas aún después de conocer que el índice de probabilidad era superior al que habían diseñado en un principio ellos mismos, mientras quienes se encontraron con altos niveles de estrés siempre tomaron en cuenta los datos negativos para hacer sus evaluaciones.

En conclusión se ha determinado que la información procesada por el ser humano traza el grado de parcialidad optimista en las situaciones normales para favorecerse en su propia motivación y bienestar llegándose a subestimar los riesgos cuando los ambientes son potencialmente peligrosos.

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Autor

Fernando Veloz

Economista, comunicador, experto en televisión y creador de formatos y contenidos.

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