La crisis de ‘Espejo público’ es incuestionable. Desde que arrancó su nueva temporada está registrando los peores datos de su historia.
La competencia le duplica y en A3 ya están pidiendo explicaciones. La situación es tan grave que han pedido la ‘cabeza’ de la directora del espacio, Belén García.
LOS PEORES DATOS
La crisis comenzó ya la temporada pasada. De septiembre de 2018 a julio de 2019, ‘El programa de Ana Rosa’ en Telecinco marcó una media de 19,1% de share y 617.000 espectadores mientras que ‘Espejo Público’ se quedó en un 13,6% y 440.00 espectadores en A3.
La mayor distancia entre ambos programas en 11 años.
Pero la situación se ha complicado para el programa presentado por Susanna Griso en este comienzo de curso.
Entre septiembre y octubre de 2019, la diferencia entre ‘Espejo Público’ y ‘El programa de A.R’ ha sido histórica.
Algunos días, el matinal de Telecinco le ha sacado hasta once puntos de share al de Antena3. Es decir, Ana Rosa Quintana duplica a Griso.
EL DEVENIR DE SUSANNA GRISO
En 2006, ‘Espejo Público’ empezó a emitirse como magazín diario matinal por lo que se enfrentó directamente con ‘El programa de A.R’, en emisión desde el 2004.
Desde el comienzo el de Telecinco (con un 26,1%) aventajó al de A3 (que arrancó con un 18.8 de media en su primera temporada) en 7.3 puntos.
Con los años, la distancia se acortó pero siempre ganó ‘A.R’ desde las 9 de la mañana hasta las 13 horas.
Hubo temporadas que A3 presumió de haber superado a la competencia aunque, en realidad era un truco. Subdividieron ‘Espejo Público’ en varios bloques diferenciados y algunos de ellos sí que superaban a ‘A.R’ pero si se abarcaba toda la franja horaria, Telecinco seguía a la cabeza.
Durante una década, Griso se manejó perfectamente en un cómodo segundo puesto. Era la alternativa perfecta a Ana Rosa Quintana.
Pero en el último año ‘Espejo Público’ ha ido perdiendo fuelle de manera tan rápida como sorprendente.
LA DIRECTORA DE ‘ESPEJO PÚBLICO’, EN EL DISPARADERO
Belén Garcia, la directora del programa, ya sabe que tiene las horas contadas, si no revierte la humillante derrota que le infringe Telecinco cada mañana.
Los cambios que impuso para esta temporada no han cosechado los frutos esperados.
En septiembre de 2019, ‘Espejo Público’ arrancó temporada con vistosas novedades. Para empezar, subdividió el programa en dos bloques.
El primero, desde las 09:00 horas hasta las 11:00, en el que se abordan temas políticos. El segundo, llamado’ + Espejo’, más enfocado al entretenimiento con varias subsecciones y, lo más importante, con el regreso de la cadena a la prensa del corazón.
Para acentuar este giro editorial, ‘Espejo Público’ trasladó sus bloques iniciales al plató de ‘Antena 3 noticias’.
Allí, con la enorme pantalla de fondo, siguen las tertulias políticas con colaboradores excesivamente separados entre sí. Da sensación de frialdad.
PRIMERA CAUSA DEL DESCALABRO: EL ENFOQUE POLÍTICO DE ‘ESPEJO PÚBLICO’
Está claro que algo no funciona en ‘Espejo Público’. ¿Por qué este bajón en el último año? Hay muchas razones, algunas se explican por sí solas.
Podemos comenzar por el descarado enfoque político que han tomado tanto Griso como su programa y que choca con el clima social actual.
Un ejemplo son los Inexplicables fichajes de tertulianos separatistas o equidistantes ante el separatismo como la activista Afra Blanco, Daniel Sánchez Ugart o Toni Aira, además de dar matrícula de gurú a un ‘sanchista’ irredento como Toni Bolaño.
Otro fichaje que está pasando factura es el de la periodista Joana Bonet, de La Vanguardia.
Una periodista radical en temas sociales, muy sectaria y que simpatiza con el separatismo.
«Dice todo lo que piensa Griso y proclama en voz alta su marido, pero ella no puede decir públicamente», cuentan a Periodista Digital fuentes cercanas al programa.
Y es que no olvidemos que la presentadora ha sido acusada, en multitud de ocasiones, de simpatizar con la independencia catalana.
También ha llamado la atención el arrinconamiento de Albert Castillión en castigo por haber leído el manifiesto de la Plaza de Colón. Arrinconamiento que ha terminado en ‘liquidación’
Por otro lado, el fichaje de un periodista de Intereconomía como Gonzalo Bans, para contrarrestar las opiniones favorables al derecho a decidir de la presentadora no ha tenido ningún impacto.
Bans fue fichado para amortiguar la salida de espectadores que huían ante los ataques de la presentadora a VOX pero los datos de audiencia no han hecho la misma lectura.
OTRO ERROR: EL REGRESO DE LA PRENSA ROSA
Cuando, en septiembre de 2019, se anunció que A3 regresaba a la prensa rosa, tras años renegando de ellas, fueron muchos los que acusaron a la cadena de rendirse ante la fórmula de la competencia.
Es lógico que, si la audiencia no responde, se regrese a un tipo de televisión más popular. Lo complejo está en el cómo.
La sección rosa de ‘Espejo Público’ (enmarcada en ‘+Espejo’) es un tipo de amarillismo que ya era rancio en los noventa.
Un quiero y no puedo con personajes tan anticuados y antipáticos como Karmele Marchante (independentista confesa, por cierto) o Jesús Mariñas.
Y lo más importante, ninguno de los temas que tocan son de interés público. Ninguna revista del corazón lleva los contenidos de los que hablan Griso y compañía.
La información social más popular es territorio de Telecinco. Es allí donde generan las noticias. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen.
Además, ver en ‘+ Espejo’ al torero Fran Rivera hablando de cualquier tema como si fuera un experto, a la fanática ‘progre’ Lucía Etxebarria repartiendo carnets de buena conducta o a Romina Belluscio repasando lo más destacado de las redes sociales, resulta caótico. Es un cajón desastre sin sentido.
Ver a Griso hablando de la vida social es incómodo. Se percibe que le disgustan estos temas. Ese ha sido siempre su problema. Su aire de superioridad, su hermetismo. Si a esto le sumas una realización tan fría y una falta de cercanía con la actualidad, el resultado son casi 8 puntos de diferencia de share. Una paliza en toda regla.
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