PewDiePie es probablemente el youtuber más famoso que existe hoy en día, al menos el que más suscriptores tiene, y claro, también el más polémico. Recordemos que cuando un terrorista iba a abrir fuego en una mezquita en Christchurch, Nueva Zelanda, el asesino gritó «Recuerden muchachos, suscríbanse a PewDiePie».
El verdadero nombre del youtuber es Felix Kjellberg, y tras aquel asunto, mantuvo una entrevista con el periodista Kevin Roose. Ahora, el New York Times ha publicado un reportaje al respecto.
Roose habló de diversos «intercambios inútiles» que tuvo con el youtuber, e incluso facilitó un ejemplo que pinta completo el argumento del periodista.
P. “¿Hay algún político que te emocione?”
R. “No”.
P. “¿En ningún lugar del mundo?”
R. “No podría nombrarte uno, no”.
P. “¿Qué pensaste cuando UKIP te respaldó?”, le pregunté. En Twitter, el partido británico de extrema derecha había pedido a sus seguidores que se suscribieran a su canal para evitar que T-Series lo adelantara.
R.“Es gracioso que un partido político publique algo sobre un meme”, dijo. “Pero también es: uh, no me arrastres a tus políticas”.
Aparentemente, el problema es que el youtuber realmente no sabe cómo lidiar con su fama.
“Mi trabajo es simple: voy a mi oficina y grabo un vídeo frente a una cámara” (…) “Es extraño para mí estar en esta posición -de influencia- porque realmente no quiero estar en esta posición”
Pero, podría entonces PewDiePie eliminar su canal de YouTube? Esta pregunta se la hizo el periodista. La respuesta del youtuber fue «No me tientes» (…) “A veces me pregunto si lo positivo supera a lo negativo… es mucho más de lo que firmé cuando me di de alta”.
Sin embargo, inmediatamente después aclaró que no lo hará. Esta no es más que una idea extrema que valora en ocasiones.
