A raíz del movimiento #CalotaNoEstasSola que ha conseguido que mas de 40 empresas dejen de anunciarse en ‘GH VIP’, están haciéndose oír otras voces autorizados que está sacando a la luz mas ‘mierda’ de debajo de las alfombras de Telecinco.
Es el caso de Lucía Etxebarría que participó en el concurso de Telecinco «Campamento de verano», y que a su finalización llevó a juicio a la cadena de Vasile —que ganó la escritora— por considerar vulnerado su derecho al honor.
«Estuve en un reality y me obligaron a presenciar cómo se masturbaba un chico. Él padecía una enfermedad, pero no voy a revelarla», dice. «Sé que ese chico nunca debió entrar en aquel concurso, porque padece una enfermedad mental crónica que necesita un control médico que allí no tenía. Por las noches, debido al estrés, se masturbaba», explica Etxebarría. La escritora asegura que se quejó en reiteradas ocasiones y, como consecuencia de aquellos actos, sufrió un ataque de ansiedad. «No me dejaban salir del concurso», puntualiza. Del mismo modo, Etxebarría se dirije a Karmele Marchante: «Tú consentiste eso». «Quedó grabado cómo diez personas daban patadas a una cabaña hasta que me desmayé y tuve un ataque epiléptico. Nadie llamó a un médico», denuncia la escritora. «Me agredieron y se vio en público. Todo lo que no visteis fue increíble».
Al referirse al presunto abuso a Carlota Prado, la escritora se pregunta por qué nadie bajó a ayudar a la concursante tras presenciar lo ocurrido. «Espero que este vídeo se mueva y haga saber que esto nos ha pasado a más personas, yo sé que hay más», explica.
En otra de sus publicaciones en redes sociales, Etxebarría prosigue con su argumentario: «Que sepáis que todos pasamos una evaluación psicológica antes de entrar, que el programa tiene los perfiles de todos y que crea las situaciones para crear conflicto (esto se llama dinámica de grupos y se estudia en teoría sistémica: si conoces los perfiles de los integrantes de cada grupo y sabes manipular puedes crear un conflicto y prácticamente puedes crear la situación que tú quieras). Los programas se diseñan para crear conflicto. Saben que el conflicto se les puede ir de las manos, pero esto no les importa porque ,al contrario de lo que creéis, no todo está grabado. Si la cosa se va mucho de madre, simplemente eliminan la cinta. Lo que sufrió Carlota no se llama abuso sexual, se llama violación. Las personas que lo permitieron podrían ser juzgadas por un delito contra la integridad moral (por haber grabado tanto la violación como el momento en que Carlota ve las imágenes de su propia violación), otro de omisión de socorro y otro como cooperadores necesarios».
