El pasado de Unidas Podemos pesa y mucho en el Gobierno de Coalición.
Vicepresidentes, ministros y representantes nombrados por Pedro Sánchez, desprecian abordar el tema de Venezuela porque no es conveniente políticamente.
Esto se ha visto nuevamente en el ‘Programa de Ana Rosa’, allí estuvo la ministra del Trabajo, Yolanda Díaz, y no le quedó otra que responder las preguntas respecto de la visita de Delcy Rodríguez a Venezuela que fue recibida por el ministro José Luis Ábalos.
Ya al inicio de la entrevista, Díaz ya dejaba ver sus pocas ganas de responder o de hablar de llamada «crisis-Ábalos».
«Quiero poner en valor lo que en estos días se ha producido y es que se ha evitado cierto conflicto diplomático, es muy interesante, pero más allá de lo que está pasando en Venezuela, nuestro país tiene problemas severos que preocupan mucho más a la gente», comenzó afirmando la ministra.
Que fue atajada por Ana Rosa, quien le comentó «La teoría oficial, porque ya lo dijo Pedro Sánchez, y lo que parece ser es lo contrario, se ha creado un conflicto diplomático que ya veremos en qué termina». Algo que fue negado por la miembro del PSOE que destacó que «no hubo ninguna queja internacional» y apoyó al ministro de Transporte diciendo que «su proceder fue el correcto».
Cuando fue preguntada acerca de los comentarios que dicen que desde Podemos se dieron órdenes para que Pedro Sánchez no recibiera a Guaidó, la abogada comentó que eso no está contemplado en el acuerdo programático, pero que «no hubo ninguna imposición, ningún debate», sentenció.
El momento cumbre de la entrevista llegó cuando la oriunda de Fene, dejó caer una frase que deja ver el lado más perverso de la representante de un Gobierno que se hace llamar socialistas.
«A nuestro país lo que le interesa es conocer qué va a pasar con la vivienda, fíjate, soy gallega, tenemos una parte muy importante de nuestra población en Venezuela, pero creo en nuestro país que Venezuela no nos da de comer«.
Si Venezuela fuera más conveniente para el PSOE o para Unidas Podemos, si importarían los derechos humanos de más de 5 millones de emigrantes que han huido de la dictadura de Nicolás Maduro, de la terrible crisis humanitaria o de las más de 7.000 personas que han sido ejecutadas extrajudicialmente, pero no, eso hoy no toca, por muy socialista que sea, eso no conviene al Gobierno sanchista.
