La cosa está tan complicada para Pedro Sánchez que cada vez tiene más difícil encontrar quién le defienda.
El presidente está cercado por los casos de corrupción que salpican a su Gobierno, a su partido y su círculo íntimo. Para intentar lavar su imagen, Moncloa ha engrasado su máquina de medios potenciando los ataques contra la oposición, jueces y medios críticos a través de su brunete pedrete, que incluye TVE como quedó demostrado en la Nochevieja.
El equipo de opinión sincronizada sanchista repite el argumentario que les bajan desde el Ejecutivo sin importarles que la realidad lo siga desmontando o reparar en las incongruencias en las que caen: ¿Si Sánchez es inocente por los actos de su esposa, por qué Ayuso es culpable de lo que ha hecho su novio?, ¿por qué Sánchez ‘rescata’ a Ábalos para las listas en las elecciones de 2023 si sabía desde 2022 de la investigación hacia Ábalos por las movidas sospechosas? o ¿por qué a Bárcenas había que creerle cuando estaba imputado pero a Aldama no?, por señalar algunas.
Una que ya no traga con la situación inaguantable, la corrupción rampante, el discurso guerracivilista y las estrategias que impulsa Sánchez para mantenerse en la poltrona es Elisa Beni.
Antigua defensora del Gobierno, cada vez ha tomado una postura más critica ante la evidencia de los malos manejos, que más allá de que puedan ser delitos o no, lo cierto es que ni son éticos ni son estéticos.
Uno de estos es el caso que señala a la esposa del presidente, Begoña Gómez. En el programa ‘Espejo Público’ (Antena 3), trataban el tema y los tertulianas encendieron el debate. En un momento, la politóloga Arantxa Tirado para defender a Sánchez llegó a negar la realidad.
Primero, Paco Maruhenda indicó que la cátedra era “alienígena”, que había muchos motivos para investigar las irregularidades y que a Sánchez le dolía el caso porque le “han pillado” en la utilización de cargos públicos para beneficiarla, a lo que Tirado aseguraba que esto “siempre ha pasado” y que estaba «sentenciando» a Begoña antes de ser juzgada.
Ante esta respuesta, la presidenta de OkDiario, Pilar Losantos acotó que “una asesora de Moncloa llamando a empresas para hacer negocios para la mujer del presidente de Gobierno no ha pasado” antes en ninguna Legislatura de la democracia. Sin embargo, Tirado volvió a negar lo evidente al afirmar que “no estaba demostrado” pese a que han trascendido los correos electrónicos que retratan el abuso de poder que ejerce Sánchez y su círculo íntimo.
Ahí saltó Elisa Beni para incidir en que era un “mucho bochorno” que desde la izquierda se esté utilizando el argumento del lawfare y de supuestas investigaciones prospectivas para que no se profundice el caso desestimando las sentencias que afirman que no han habido.
“Me parece absolutamente indignante que desde un punto de vista progresista se diga en primer lugar, yo no sé si es delito lo que ha hecho Begoña Gómez pero que es una santa vergüenza. Nadie que defienda la igualdad ante la ley, y la igualdad y el mérito, el no utilizar el poder para tu propio beneficio puede defender eso. Es que es una vergüenza”.
