No traga con las lágrimas de cocodrilo.
El presentador de El tiempo justo, Joaquín Prat, no se ha cortado un pelo tras recibir los reproches de Koldo García, quien da nombre a la presunta trama de corrupción socialista que arrincona al Gobierno de Sánchez.
El exasesor de José Luis Ábalos ha sido noticia en los últimos días por “reconvertirse” en hortelano, después de que trascendieran sus publicaciones en redes sociales.
Un equipo de Telecinco contactó con quien en su momento custodió los avales de Pedro Sánchez en su camino para retomar el control del PSOE, para que hablara sobre esta nueva faceta. En sus declaraciones, acusó a Prat de decir “barbaridades” sobre él y cuestionó su profesionalidad.
«Tengo derecho a que me acribille y a que me mate socialmente, pero no tengo derecho a distraer mi cabeza y a sentirme útil. ¿Qué se piensa este señor? Que dice barbaridades…».
Estas palabras no las dejó pasar por alto el presentador, que respondió duramente a la actitud victimista de Koldo:
«De supuesto periodista, nada. Yo estoy licenciado en Periodismo, llevo 27 años cotizados en el sector privado. No he cobrado un solo euro de dinero público. Donde estoy es por méritos propios, insisto, trabajando muy duro. Desde hace 27 años, de manera ininterrumpida.
Yo no he pasado de portero de puticlub a asesor de Renfe; y de ahí a manejar la caja de liquidaciones, como hoy ha dicho esta señora que trabaja para el partido».
También recordó las formas en las que se expresaban tanto él como el exministro:
«Barbaridades decían usted y su amigo Ábalos cuando hablaban o se repartían a las prostitutas y se referían a las mujeres con ese deje de absoluto machismo, como si fuesen mercancía. Y ya que hablamos de prostitutas: yo no me reí de usted. Me parece muy bien que se dedique a algo provechoso; yo lo único que dije es que usted pagaba las fiestas con esas prostitutas. Pero usted y su mujer pagaban los billetes de avión y de tren, reservaban las habitaciones y les compraban los regalos: decía usted “pulsera para la puta”».
Por último, lanzó una advertencia al exsocialista:
«Yo no me río de usted. Le deseo que cultive muchos caquis, pitayas y lo que quiera. Que cumpla con la justicia y veremos quién se ríe el último, si usted o yo».