Fría, calculadora y actriz mediocre. Así se ha descubierto Maite Gallego, tronista del dating-show de Telecinco Mujeres y hombres y viceversa.
La modelo de tallas grandes se presentó en el concurso como una mujer alegre, honesta, sin complejos por sus kilos de más y dispuesta a encontrar el amor. De inmediato se hizo con el favor del público y de todos sus pretendientes.
El pasado día 26, Maite perdió todo lo cosechado hasta el momento y fue «invitada» a abandonar el reality. La pretendida fue acusada por Iván, uno de los chicos que querían conquistarla y que ella expulsó, de haber pasado 4 horas en su casa, fuera de las cámaras. Allí la tronista le confesó que el resto de pretendientes «no le gustaban, que se estaba riendo de ellos y que su favorito era él».
Las normas del show detallan que sus participantes no deben tener contacto entre ellos hasta que su participación finalice. Maite, reconoció los hechos y todo el mundo se volvió contra ella.
La presentadora del espacio, Emma García, le espetó:
«En este programa hemos perdonado muchas cosas y somos comprensivos, siempre y cuando no nos tomen el pelo»
En ese momento, Maite se vino abajo y no pudo contener las lágrimas. Llegados a este punto, Emma incitó a la tronista y a todos sus pretendientes a abandonar el plató para poder continuar con el programa y permitirles tranquilizarse un poco, pero no lo consiguió.
La destronada mujer hizo gala de su arte para subreactuar y se desmayó en directo. Su estado era tan extremo que tuvo que ser atendida por los médicos del programa. Estratega o no, Maite ha conseguido el propósito de cualquier participante Hombres y Mujeres y viceversa: llamar la atención.
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