Fue uno de los momentos más emotivos vividos en el plató de ‘Sálvame Deluxe’. El viernes 21 de enero de 2011, Kiko Matamoros, se sentó en la silla de los entrevistados para confesar que padece un glaucoma que le dejará completamente ciego en unos meses. El colaborador del programa también habló de drogas, de sus colaboradores y de su hermano, quien no quiere saber nada de él.
El viernes 21 de enero de 2011, Jorge Javier Vázquez anunció que uno de sus tertulianos de cabecera, Kiko Matamoros, sería uno de los invitados de la noche para confirmar lo que había hecho público hace unas semanas.
Matamoros, muy serio, confesó que ya ha perdido el 50% de la visión porque padece un glaucoma que le provoca la degradación de los nervios ópticos. Kiko narró así el comienzo de la enfermedad:
Me empiezo a dar cuenta porque estoy jugando al paddle y hay bolas que se me cuelan por la derecha. Empiezo a tener molestias en la visión, irritación en los ojos, creía que era un tema de las lentillas… hasta que me tapo el ojo y me doy cuenta que prácticamente no veo.
Me diagnosticaron un glaucoma. El problema es que tenía una tensión ocular disparadísima. 54 cuando lo normal es moverse en el 12 o 14. Es una enfermedad que afecta al nervio óptico. Se van muriendo las terminaciones hasta que te quedas ciego.
No tiene solución porque no se pueden transplantar los nervios. No hay muchas esperanzas de que la cosa tenga un buen final.
Hace un año y medio que Matamoros conoce su enfermedad pero reconoce que lo peor ha sido la aceptación:
Primero hay un periodo de aceptación de lo que te pasa. No es exactamente cabreo, es un proceso de depresión. Pero bueno, como no es una cosa de hoy para mañana, tienes la ventaja de que puedes ir madurando un poquito lo que puede ser tu futuro.
En el mejor de los casos me quedaría como estoy ahora mismo, pero uno no se debe engañar a sí mismo. Ojalá fuera así, pero ni el diagnóstico médico ni la experiencia del tiempo que ha transcurrido invita a echar las campanas al vuelo y a ser optimista.
Lo primero que se te viene la cabeza es no aceptarlo. El día que no vea me pego un tiro y se acabó. Pero creo que no. Hay formas de vivir sin ver y hay mucha gente que no ve y vive perfectamente o por lo menos la vida le resulta suficientemente atractiva y le compensa.
SU HERMANO LE RECHAZA
El equipo de ‘Sálvame’ intentó ponerse en contacto con el hermano de Kiko, Koto Matamoros, antiguo polemista y colaborador de ‘Crónicas Marcianas’, pero éste no quiso hablar. En una grabación pudimos oír cómo Koto aseguraba que lo que le ocurriese a su hermano no le importaba.
Kiko, tras escuchar la cinta, reconoció:
Mi hermano lo tenía todo para triunfar. De hecho triunfó, pero lo estropeó. Mi hermano es el mejor anuncio contra las drogas.
LAS LÁGRIMAS DE MILA XIMÉNEZ Y DE J.J. VÁZQUEZ
En un momento de la entrevista, Jorge Javier tuvo que parar y confirmar lo que la audiencia estaba viendo: la colaboradora Mila Ximénez había salido del plató porque no contenía las lágrimas.
Tanto el presentador como Kiko se acercaron a Mila y ésta se abrazó a su compañero y dijo:
No sé qué me ha pasado. No me lo esperaba. Te adoro y lo sabes desde hace muchos años.
Vázquez se unió a sus dos tertulianos y comenzó a llorar, pero les invitó a sentarse de nuevo y a continuar con la entrevista.
LAS DROGAS
Kiko Matamoros quiso hablar claro el viernes 21 de enero y reconocer haber consumido drogas:
Nací en el 56 donde todo estaba prohibido y todo era pecado. Soy un chico que se crió mitad en casa, mitad en la calle. No fue fácil para mi generación decirle que no a las drogas. Suponía transgredir el orden: decir que no a los consejos de tu padre, de los curas, de la policía, de la Guardia Civil…
No sé si era aconsejable. Yo no se lo recomendaría a nadie porque no sé a quién se lo estoy comentando. Muchos amigos míos se han quedado en el camino. Y en otros caminos. Otros se ponen a traficar y terminan en la cárcel y acaban con su vida y con la de los que les quieren.
He conocido traficantes, he cenado con ellos, he tratado con ellos. No es un mundo que me interese porque tengo una experiencia familiar que me ha dicho que al final acabas involucrado en un mundo asqueroso de chivatos, de gente que te hace daño, de inquietud. Yo prefiero dormir tranquilo que ganar dinero. Pero entiendo que es una tentación enorme para quien no tiene oficio ni beneficio.
Tengo muchas experiencias de gente que he perdido. He perdido a mi hermano, que ya no lo es. El problema del tío Koto es el de un consumidor compulsivo. Un yonqui. Y no olvidemos que este país es el mayor consumidor de Europa y esas cosas no se producen de forma gratuita. Una sociedad sometida que encuentra una liberación.
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