Belén Esteban no es actriz y no tiene por qué. El problema llega cuando se le ‘obliga’ a serlo, cuando, por la ansiedad de Telecinco se nos quiere imponer su presencia hasta en la sopa. El domingo 27 de febrero de 2011, la de San Blas hizo un cameo en ‘Aída’ y el resultado fue inútil y ridículo. Pero aquí no acaba la cosa. El 11 de marzo se estrena ‘Torrente 4’, película en la que ‘La princesa del pueblo’ repetirá experiencia.
Numerosos rostros conocidos –de mundos ajenos a la interpretación– se han paseado por distintas series de TV por aquello de la promoción pero el caso de Belén Esteban en ‘Aída’ ha destacado por el ‘bombo’ que se le ha dado. Desde que se anunció que la co-presentadora de ‘Sálvame’ compartiría escena con el Luisma y los suyos, numerosas han sido las noticias al respecto. La espectación era grande.
Las escenas de la Esteban en ‘Aída’ ya estaban narradas en las promos que durante semanas han bombardeado la cadena de Vasile. No hubo sorpresas. Se ‘interpretaba’ así misma, se colaba en casa de la Lore y se daba un beso lésbico con ella para hacerle un ‘favor’. No vocalizaba, leía las frases que le habían mandado y ni siquiera sabía impregnar de gracia las frases que le han hecho famosa –«Por mi hija yo ma-to»–.
El paso de Belén Esteban por ‘Aída’ es una muestra más de la endogamia televisiva de Telecinco. Los programas se intoxican entre ellos, los contenidos, por tanto, son siempre los mismos. La ex de Jesulín no sabe actuar pero eso no importa. Telecinco, en su huída hacia delante para hacer audiencia rápido y pronto, va a terminar por quemar la figura de su estrella. Lo raro es que después de 4 horas diarias, un reportaje especial, anuncios y portadas de revistas, eso no haya sucedido antes.