Tras una temporada repleta de estrenos brillantes (‘El Barco’, ‘El secreto de Puente Viejo’), Antena3 emitió el lunes 14 de marzo de 2011 el piloto de una de sus grandes apuestas, ‘La Reina del Sur’, adaptación de la famosa novela de Arturo Pérez Reverte. Una historia de venganza, violencia y sexo que posee grandes personajes pero que está mal contada.
LA HISTORIA
Teresa Mendoza es una joven mexicana novia de un piloto para los narcos que es asesinado. Ella huye a Melilla y entra a trabajar en un prostíbulo como camarera mientras planea la venganza de todos los que le amargaron la vida.
La historia, a grandes rasgos, es la clásica tragedia de la víctima que, por necesidad, se convierte en verdugo. En un verdugo poderoso. Es un trama que mezcla acción, sexo, amor, drogas y afán de superación. Todo esto hubiese estado muy bien pero la mezcla, en este caso, no cuaja.
ERRORES Y VIRTUDES
‘La Reina del Sur’ se estrenó en Estados Unidos con un éxito masivo de audiencia. La razón es muy simple: es muy fácil de ver. A pesar de la aparente crudeza de las imágenes, el espectador empatiza con la pobre desgraciada de la protagonista. A esta labor ayuda la actriz principal, Kate del Castillo (curtida del más purista de los culebrones mexicanos), intérprete solvente a la que la cámara adora. Todo aquí luce bien. Hay majestuosos escenarios, persecuciones vistosas, desgarro emocional y pocas sutilezas.
Lo que hemos podido ver de la serie, es decir el piloto, nos hace augurar que estamos ante un producto en los que sus creadores han pensado que por tener un par de planos aéreos, unas persecuciones ruidosas y unos actores guapos, todo estaba resuelto.
La puesta en escena de ‘La Reina del Sur’ es mediocre. Todo suena a obra teatral de instituto (la entrada de la protagonista al burdel español). El montaje es brusco y, en ocasiones, grotesco, los diálogos son, de simples, ridículos (las prostitutas hablando con su proxeneta) y los personajes –a excepción de la estrella– están sacados de un catálogo de tópicos.
‘La Reina del Sur’ es un intento por hacer de una telenovela clásica algo más adulto y moderno –ojo, hay grandes culebrones en la historia de la TV reciente–. Esperemos pues que este mal resultado no sea más que el traspiés de un primer capítulo y que, en breve, la trama de esta heroína amoral nos haga sentir todo aquello que nos regaló la novela.
