Supervivientes 2011 ha sido la gran revelación de la temporada. Parece mentira que un reality tan ‘viejo’ se haya renovado de tal manera y haya conseguido reventar los audímetros. ¿Qué ha cambiado? ¿Qué ha tenido de novedosa esta edición? El concurso llega a su fin y analizamos a cada concursante junto con sus posibilidades de conseguir el premio.
La sombra de ‘Sálvame’ es alargada. El magacine es la ejemplificación de lo que significa hoy Telecinco y desde sus cuatro horas diarias -más el nocturno de los viernes- intoxica al resto de la parrilla. La cadena de Vasile es más escandalosa que nunca y consigue las mayores audiencias. Ya no hay espacio para productos blancos como ‘Operación Triunfo’ o lo que era antes ‘Supervivientes’
Como buen reality, ‘SV’ siempre estuvo cargado de controversia -debida, sobre todo, a las condiciones extremas en la que viven sus protagonistas- pero esta ha sido, sin duda, la más escandalosa de las ediciones.
Jorge Javier Vázquez se ha cargado de un plumazo el ‘buenrollismo’ políticamente correcto de su antecesor, Jesús Vázquez, a favor de una mala leche y de un gusto por la sangre moral bastante divertido. Pero si esto no es suficiente para reavivar un formato agotado, el golpe de gracia se lo ha dado su fabuloso casting.
Frikis, polemistas, hijos ‘cachondos’ de madres folclóricas, streapers de buen corazón y una mala de película; esta ha sido parte de la fauna que este año llegó a Honduras para deleite de los directivos de Telecinco.
Pese a quien le pese, el gran personaje de ‘SV2011’ ha sido Aída Nízar: una suerte de villana a la que da placer odiar y a la que, desgraciadamente, aún le queda mucha guerra que dar. Le sigue de cerca el divertidísimo Kiko ‘Paquirrín’ Rivera, un post-adolescente trasnochado que ha conseguido que hasta su madre, la ‘todopoderosa’ Isabel Pantoja, nos caiga bien.
Ya sólo quedan seis supervivientes -cuatro famosos y dos anónimos- y la cosa está reñida. ¿Quién debería ganar?
Jessica Bueno: La alegría de la huerta
¿Por qué debería ganar? Por que es la esperanza para todo el que no dan un palo al agua. Lo suyo ha sido espectacular. A la chita callando, esta ex Miss y ex de Feliciano López ha conseguido estar más de dos meses en el concurso sin hacerse notar, sin entrar en polémicas ni discusiones y eso tiene su mérito. Sólo ha salido nominada una vez y puede que sea la última.
¿Por qué no debería ganar? Por que uno no sabe si es una palmera o una concursante. Por que si se hubiese quedado sola en la isla habría sido como ver crecer la hierba. Es un gasto, un objeto decorativo que de vez en cuando movía un tronco. ¡Aleluya!
¿Qué puesto se merece? Ser la expulsada número 11 y que se largue el próximo 21 de julio de 2011. Nadie la echará de menos.
Jeyko: La fama cuesta
¿Por qué debería ganar? De los concursantes anónimos, ha sido de los más destacados. Es polémico, da juego y ha creado una auténtica red de traiciones en la isla. Típica carnaza de reality. Además, tras su (invisible) paso por el concurso ‘Fama ¡a bailar!’, el chico está ávido de popularidad, puede que se la merezca.
¿Por qué no debería ganar? Por que se le ve demasiado el truco. Es un falso del tipo sibilino, de los que no caen bien. En un reality hay que jugar, hacer estrategias pero también hay que mostrarse real y auténtico. Él no lo ha conseguido.
¿Qué puesto se merece? Ser el expulsado número 13. A las puertas de la final.
Tatiana Delgado: La streaper de buen corazón
¿Por qué debería ganar? Nos gusta esta chica. Aunque no entendemos muy bien por qué la colocaron en el grupo de los ‘famosos’ -participó brevemente en ‘Torrente 4’-, lo cierto es que esta exuberante streaper no sólo nos ha regalado las escenas más ‘hot’ del concurso s no que nos ha demostrado lo buena superviviente que es. Es trabajadora, solidaria y graciosa, con un punto de inocencia barriobajera encantador. Fue expulsada por un problema con el implante de silicona de un pecho, pero enseguida volvió para hacer de la isla un lugar más divertido.
¿Por qué no debería ganar? Es mandona y se ha metido con la gran favorita, Rosa Benito. Esto le puede restar puntos. Aunque ha dado mucho juego, no tiene el peso suficiente como para ganar.
¿Qué puesto se merece? Ser la tercera finalista y que se convierta en un rostro cotidiano en la televisión.
Rosi Arcas: «Me gustan mucho las cámaras. ¿Por qué negarlo?»
¿Por qué debería ganar?: Por dar la sorpresa, principalmente. Rosi es guapa, luchadora, polemista y posee buen sentido del humor. Es sincera y no tiene reparos en reconocer que lo suyo es la tele y que quiere ser famosa. Bien por ella.
¿Por qué no debería ganar? Tiene grandes competidores, su papel no ha sido tan destacado y demasiado relacionado con su compañero anónimo Jeyko.
¿Qué puesto se merece? Ser la expulsada número 12.
Sonia Monroy: Lo tuyo es puro teatro
¿Por qué debería ganar? Ha sido una pieza clave del concurso. Sonia es la gran superviviente, la que aguanta a pesar de los ataques. Es una especie de Don Quijote catódico y desquiciado que ha perdido el rumbo. Tan pronto se aislaba del grupo haciéndose la mártir como se proclamaba líder. Sus broncas, desmayos y sus discursos sobre el poder de la mujer nos han hecho reir mucho, mucho. Además, la confesión en directo del trauma vivido tras la muerte de su hermano emocionó a toda la audiencia y la colocó, directamente, en la final.
¿Por qué no debería ganar? Por que le ha echado mucho cuento al asunto. Monroy lleva mucho camino andado, sabe lo que el público quiere ver, pero se ha pasado con el drama y con su papel de heroína de ‘Cumbres borrascosas’.
¿Qué puesto se merece? Merece ganar pero se quedará como segunda finalista, hay demasiados claroscuros en su interpretación.
Rosa Benito: Por activa y por pasiva
¿Por qué debería ganar? Tras la marcha de Kiko Rivera, Rosa Benito es la gran favorita para hacerse con el triunfo, tanto por méritos propios como ajenos. Ha sido buena concursante, ha trabajado mucho, se ha peleado, reído y ha cuidado a sus compañeros. Pero es que, en España, le espera una buena. Su concuñado, Ortega Cano, ha tenido un accidente que le dejó en coma y en el que murió un hombre y, para colmo de males, Aída Nízar se lo dejó caer cuando regresó a la isla, por lo que se montó una gran polémica.
Además, Rosa, por fin, ha justificado su papel en la televisión y se ha transmutado en un ejemplo para las amas de casa que exigen su independencia.
¿Por qué no debería ganar? El mayor reto de Rosa Benito llegará cuando regrese a España. Es por ello, que la audiencia, quizá, sea impaciente y la mande lo antes posible para casa. Además, existe la sospecha de que todo su ‘buenrollismo’ y su coraje es una mera estrategia.
¿Qué puesto merece? Ganar.