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Las críticas a ‘Cheers’ (T5) han sido, por lo general, demoledoras. Esto es algo que le ha sentado muy mal a uno de sus protagonistas. Antonio Resines, con muy mal perder, ha insultado al crítico de El País. Lo que el actor no entiende es que desde ese diario no se apoye un producto realizado por la misma empresa, puesto que la productora de la serie pertenece a Prisa.
El domingo 11 de septiembre de 2011, Telecinco estrenó los dos primeros capítulos de ‘Cheers’, adaptación española del clásico televisivo estadounidense de los años ochenta. La audiencia no respondió mal: El primer episodio logró una media de 2.584.000 espectadores (15,6% de cuota de pantalla); el segundo, 2.810. 000 (16,6%).
Pero a los críticos no les gustó mucho la serie producida por Plural (‘Ángel o Demonio’). De entre todos, Marcos Fernández, de El País, fue uno de los más duros. Desde una crítica titulada «Aquí no hay quien beba», sentenció cosas como:
Resines hace de Resines, sea su personaje psiquiatra o palafrenero: pese a su innegable talento, es fatigoso que aquí actúe como un imitador de sí mismo pasado de vueltas. Que el gag de apertura se centre en Resines atrapado por su novia (una hierática Ana Belén) con una bailarina en el regazo ya indica que el listón no está muy alto. El humor oscila entre lo vodevilesco y lo infantiloide (…) Las risas grabadas redoblan la sensación de bochorno, como cuando alguien se parte estruendosamente la caja tras un chiste colegial.
Tales palabras no han sentado muy bien a Antonio Resines. En unas declaraciones vertidas en el blog Vanity Show, de Curro Cañete, el actor dice indignado que:
La crítica de El País ha sido tan acojonante… ¿no se han dado cuenta estos anormales que es la misma empresa? Coño, Plural es de Prisa, es una productora del grupo.
En este punto, Cañete escribe que le propuso a Resines:
Pues díselo a David Trueba (también crítico de El País y amigo personal del actor), dile que escriba otra crítica…
A lo que el intérprete contestó:
La diferencia es que si a David no le gusta pues no dice nada y ya está.
En resumen, lo que Resines está diciendo es que, primero, los intereses empresariales están por encima de la libertad de expresión y que si eres uno de sus ‘amiguetes’ tampoco puedes decir nada.