Las de Telecinco fueron las Campanadas más morbosas para dar la bienvenida al 2012, y por eso le regalaron a la cadena récord histórico de audiencia (22,1%) pero Isabel Pantoja y su hijo suplieron su escaso arte para ponerse delante de una cámara por la sobre-explotación de su vida amorosa. Mucho guión barato, mucho declaración romántica y demasiadas sonrisas forzadas para la Nochevieja más ‘rosa’.
Tradicionalmente La1 suele llevarse el gato al agua a la hora de empacharse con las uvas de Año Nuevo (en esta ocasión, como siempre, fue líder con un 48,8% de share). Pero en 2011, la sensación de déjà vu, de la pública, con la eterna Anne Igartiburu y el omnipresente José Mota, era tan abrumadora (y aburrida) que uno caía, casi sin querer, en la tentación de ver lo que estaba pasando en Telecinco. Y es que ahí era dónde se estaba cociendo la carne. ¿Cómo iba a recibir Isabel Pantoja el año en el que se enfrenta a ser la nueva estrella de Mediaset y a un juicio por fraude?
Y el resultado fue: Pantoja y retoño 0 – Telecinco 1. Y es que los de la privada le exprimieron el jugo amarillista al asunto como sólo ellos saben hacerlo. Parecía estar todo dictaminado desde hace semanas y se encargaron de convertir el evento en un programa más del corazón. Un ‘deluxe’ fiestero con exclusivas incluídas. Y claro, la fórmula les valió récord de audiencia con un 22,1% de cuota de pantalla, lo que se traduce en 3.266.000 espectadores. Eso no quiere decir que el espectáculo fuese excelente.
Porque es que si hubiesen dejados sólos a la cantaora y a su pequeño del alma podíamos habernos ahogado en el atracón frutal. Nadie duda, a estas alturas, que la ‘Panto’ es una artista de prodigiosa voz y porte y, sobra decir, que dar las Campanadas en directo no es tarea sencilla, pero es que estaba tan falsa, tan acartonada y tan inexpresiva, que parecía poseída por el Botox (que desconocemos si usa).
Si es que ya lo demostró en la gala de Navidad de una semana antes. La Pantoja, al menos de momento, no sabe desenvolverse ante una cámara. Es fría, no mantiene una comunicación con el público. Ella sigue con su «dientes, dientes, que es lo que les jode·» Y ahí se ha quedado. Con su bonita sonrisa congelada, Maribel recitó el guión con menos gracia que elenco al completo de ‘Felipe y Leticia’.
KIKO QUIERE A JESSI
Con una referencia (mala) a la aventura de Paquirrín en ‘Supervivientes 2011’, Pantoja dio paso a su hijo, que hacía las veces de reportero «del pueblo», mezclado con las masas exaltadas. Y fue allí, en el mismo escenario en el que se gestó el 15-M, cuando Kiko Rivera tranquilizó a todo hijo de vecino, contestando a la pregunta que mantenía en vilo a toda España desde hacía días: ¿Quiere el nuevo ‘rey’ de T5 a su Jessica Bueno? Pues sí. Ya podemos respirar tranquilos.
Tengo tres mensajes para tres personas muy importantes para mí. El primero para mi madre. ¿Por qué? Porque es la mejor madre del mundo, la quiero, la adoro, es la mejor artista. No hay nada mejor que ella. Segundo, para mi abuela, que Dios me la aguante muchísimos años a mi lado, porque la necesito, es la mejor abuela del mundo. El tercer mensaje es para alguien también muy especial, no voy a decir ningún nombre pero ella sabe quién es. Que la quiero muchísimo y que ojalá se arregle todo.
Con estas palabras de Kiko Rivera, la noche ganó en interés y Telecinco recibió, de golpe, semanas y semanas venideras de contenido en su parrilla. Y aunque no dijo su nombre, allí estaba Jorge Javier Vázquez (y menos mal que estaba) para sacarnos de dudas y le preguntó directamente a la madre del novio:
¿Kiko ha hecho referencia a Jessica?
La Pantoja, sin mover una pestaña, contestó con arte:
Sí (pausa), ha hecho referencia a Jessica Bueno y me encanta que lo haya hecho públicamente y en este día tan especial. Me encantaría que volvieran, es uno de mis deseos para este año que va a entrar y le pido a Dios que sea así.
¿No parece todo demasiado casual? La pareja de ‘moda’ (se conocieron en ‘Supervivientes 2011’, también de Telecinco) tras planear su boda y perder el bebé que esperaban, se separaron cinco días antes de las Campanadas e incluso, un día antes del evento, en ‘Vuélveme Loca’ ya adelantaron que Kiko daría un sorprendente mensaje…
LA CADENA DE LA DISCORDIA
Pero aquí no acabó el pastel rosa. No. La cantaora le tenía reservada una sorpresa a su niño y le regaló una generosa cadena de oro del Cristo de las Tres Caídas que Paquirri «llevó toda su vida». Kiko Rivera, imitando a su madre, aceptó el presente con un rictus facial que nos hacía presagiar lo peor, osea, que se lo iba a tirar a su madre a la cara.
Y es que Paquirrín, al igual que su progenitora, está demostrando en T5 que, más allá de su vida privada, no tiene valía como profesional de la tele. Si le pones en un reality funciona porque se relaja pero, en cuanto hay un guión de por medio, no sabe qué hacer. Y sino, que alguien me explique qué aporta como jurado popular de ‘Tú sí que vales’, cuando siempre dice lo mismo y todo le parece bien.
Pero el detallito de la cadena de oro tiene su aquel. Y es que, según supimos en ‘Vuélveme loca’ el 1 de enero de 2012, el amuleto era una de los bienes más preciados por Francisco Rivera, hermano de Kiko por parte de padre, y uno de los objetos por los que llegó a pelearse con la Pantoja.
Repetimos, dar las Campanadas, pone nervioso a cualquiera. Incluso Jorge Javier estaba menos despierto de lo habitual. Al fin y al cabo, la audiencia ha sido extraordinaria, eso es lo que le interesa a Telecinco. Era de esperar, pero lo que ponemos en duda es que la ‘Panto’ y su pequeño del alma corran la misma suerte en eventos venideros. O se relajan un poco más o la cadena llegara a arrepentirse de la millonada que ha desembolsado.