‘GH12+1’ sigue avanzando poquito a poco. Y es que, los concursantes aún no han sacado lo ‘mejor’ de ellos mismos. Pero a falta de grandes broncas y polémicas, durante la tercera gala pudimos conocer al nuevo concursante y despedimos a Azucena, la joven que no paraba de llorar y que no supo integrarse en la casa.
Yo, cada día estoy más loca. Yo ya digo lo que me da la gana.
Estas fueron las palabras de Mercedes Milá en mitad de la gala del 2 de febrero de 2012. Y la verdad, es que la presentadora no se equivocaba. Parecía, un poquito más ‘espontánea’ que de costumbre (que ya es mucho). Estuvo toda la noche como muy nerviosa, ‘enrarecida’, no paraba de gritar, de interrumpir a la gente, de hablar de su nuevo novio… Y con ese espíritu, la Milá condujo una gala marcada por dos hechos fundamentales. Primero, saber el nombre de la segunda expulsada -las nominadas eran Noemí, Azucena y Ariadna- y conocer la verdadera identidad del concursante que pagó casi 70.000 euros por entrar en el concurso en una puja en internet.
AZUCENA, A LA CALLE: «NO QUERÍA SER LA PRIMERA EXPULSADA»
Estaba cantado. De todos los concursantes, Azucena era.. ¿cómo decirlo sin quedar mal?… Antipática, tediosa y cansina. La joven toledada, afectada de una malformación en las manos, no dejó de lloriquear y quejarse durante dos semanas. Acusaba a todo el mundo de que la discriminaban por su enfermedad pero es que la chica no hizo nada por integrarse, se acopló a su papel de víctima y no avanzó.
Y no sólo las pocas actitudes de Azucena como concursantes la convertían en la perfecta candidata a ser la segunda expulsada de ‘GH12+1’, también hay que tener en cuenta que competía con dos pesos pesados. Noemí y Ariadna. La primera está dando mucho juego por su inclinación a ‘tontear’ con casi todos los chicos de la casa (y bien que hace) y la segunda, gracias a su carácter y su reciente enamoramiento de Michael (el policía) se perfila como una de las ‘favoritas’.
En fin, que Ariadna fue expulsada con el 71% de los votos y a nadie le sorprendió, y a ella menos. Una vez en plató, la joven explicó que:
Lo único que yo no quería era ser la primera expulsada. Soy consciente de que no me he integrado. Yo necesito apoyo y cariño las 24 horas. Yo es que llevo tres años parada y me rompen el cv en la cara cuando ven mis manos.
La Milá, haciéndo gala de su, ya famoso, ‘lo que me sale del bolo’, le dijo:
No te puedes extrañar por que la gente ha hecho lo que tú pediste. Es que no has llevado la actitud correcta. Tú eres de las que quieres que te estén diciendo todo el rato que eres maravillosa, que lo haces genial, y si no, te quejas. Porque tú tampoco te callas.
ARIS, ¿EL NUEVO FAVORITO?
El lunes 30 de enero de 2012, conocimos a ‘Aristidín’, el ganador de la puja que se creó en eBay -página de apuestas en internet- para conseguir un puesto dentro del concurso. El joven, que pagó 69.100 euros que irán a parar a la ‘Cruz Roja’, fue entrevistado por Milá pero no le vimos la cara hasta el jueves 2 de febrero cuando ya fue, oficialmente, concursante de GH12+1′.
El chico, que en realidad se llama Arístides pero quiere que le llamen Aris, ya se ha convertido en uno de los ‘favoritos’ a ganar el concurso. Y todo por su cruda historia personal, que ya anunció en su primera aparición pública. Su padre y su hermano murieron de cáncer con 51 y 21 años respectivamente y su familia se quedó en la ruina, por lo que todo su pueblo se volcó en ayudarles.
Y la verdad, es que viéndole durante su primera gala y cómo se desenvolvía primero con Milá y luego con sus compañeros, Aris cae bien. Parece natural, sencillo y humilde. Puede que se esté excediendo con lo de «yo sólo quería devolver a la sociedad el favor que nos hicieron a mi familia y a mi y por eso he donado el dinero a la Cruz Roja». Vamos a ver, eso lo podía haber hecho de otra manera ¿no? Que diga claramente que lo que quería era entrar en el concurso y que si de paso se hacía una buena obra, pues mejor que bien.
El caso es que Aris tiene una gran responsabilidad ahora y es la de no decepcionar a la audiencia. Porque es que se ha presentado casi como un Santo y es muy difícil que mantenga esa estela durante tres meses.